jueves, 18 de diciembre de 2008

Boca vs River




Boca recibía a River en la Libertadores 2004. Era el partido de ida y si bien el choque era por semifinales, todo el mundo la consideró “la final” de esa Copa. Iban a ser dos batallas. Y lo fueron. En especial la primera. Promediando el primer tiempo de un partido más que cerrado, Cascini enganchó y cruzó mitad de cancha con la pelota dominada. En el camino quedó Gallardo que, impotente, le tiró una patada de atrás. El “Mosquito”, de pocas pulgas, se levantó y se puso cara con cara con un Gallardo que quiso hacerse el guapo en el lugar menos indicado. Le amagó un cabezazo al cinco xeneize. El árbitro, injustamente y haciendo la más fácil, echó a ambos. Y se pudrió todo. Cascini desencajado, quería ir a buscar sí o sí al “Muñeco”. Se armó un remolino de jugadores e inmediatamente empezaron a volar manos y empujones para todos lados. Barijho, en su salsa, fue a buscarlo a Ameli. Martín se limitaba solo a mirar ya que la cosa se habia desmadrado. El Pato corrió 70 metros desde el arco del Riachuelo para separar y recibió, de espaldas, un cobarde arañazo en la cara por parte del diez millonario. Cuando Abondanzzieri vio la sangre en su rostro, se descontroló. Y la situación empeoró. Ahora ya eran dos los que querían la cabeza de un Gallardo que se negaba a abandonar el campo de juego pese a que varios policías con escudos lo seguían. Es que de la platea baja volaba de todo. Entró corriendo el cuerpo técnico de River y Guiilermo Barros Schelotto lo bajó de una piña al profe Macaya. Toda la Bombonera rugía un “Y pegue, y pegue, y pegue Boca pegue” para condimentar un cuadro dantesco. Ya era un combate hecho y derecho. Duró ocho minutos pero parecieron muchos más. El partido pudo reanudarse y se esperaba que al primer chispazo volara todo por el aire. Pero no. Si bien se jugó con dientes súper apretados, los 90 minutos pudieron completarse con normalidad y con un 1-0 clave para Boca.