sábado, 20 de diciembre de 2008

Boca vs Sporting Cristal


Según las frías estadísticas en cuanto a expulsados, heridos y detenidos, lo que pasó la noche del 17 de marzo de 1971 en la Bombonera, fue uno de los mayores escándalos sucedidos en la historia de la Libertadores. Boca recibía a un ya eliminado Sporting Cristal con la obligación de ganar para pasar a las semifinales de la Copa.Con el arbitraje del uruguayo Alejandro Otero, el partido se jugó ante una multitud de hinchas que alentaron sin parar. El xeneize se puso adelante en el marcador con goles de Coch y Angel Clemente Rojas en el primer tiempo. Sin embargo, antes de la finalizacion de la primera mitad, Orbegoso anotó el descuento para el Cristal. En el complemento, la Bombonera enmudeció cuando González Pajuelo logró el inesperado empate a los 24 minutos.Los nervios se apoderaron de los jugadores boquenses. Es que la eliminación no estaba en los planes de nadie. Pasaban los minutos y el arco defendido por Rubiños fue cascoteado desde todos lados por los delanteros xeneizes. Pero no había caso. A los 39 minutos, Roberto Rogel se dejó caer en el área peruana buscando el penal salvador. Pero el charrúa no compró y esa jugada desató la furia de Rojitas que acto seguido corrió y planchó en el aire a Fernando “Cóndor” Mellán cuando iba a rechazar una pelota. Esta patada desató una batalla campal.Los jugadores del Cristal rodearon a Rojitas para reprocharle su actitud y fue en ese momento que Rubén “Chapa” Suñé se la agarró con Alberto Gallardo a quien conectó con un puñetazo. A partir de ese momento fue todo locura. Coch agredió a Mellán y lo rodearon cinco jugadores peruanos dispuestos a todo, mientras Rogel y Silvero demostraban sus cualidades pugilísticas a cualquiera que les pasara cerca. Por su parte Gallardo pudo escapar de Suñé y corrió al banco de suplentes en busca de resguardo.El “Chapa” se la iba a tomar contra Quesada, quien se encontraba caído por un golpe y Gallardo salió en su defensa. Como el argentino seguía fuera de sí, el peruano le tiró una patada voladora, la cual le provocó un profundo corte en la cara.Con Suñé herido, sus compañeros fueron por la venganza. Corrieron todos encima de un Gallardo que salvó su vida porque efectivos de la policía argentina lo rodearon y protegieron con escudos. Sin embargo, algunos compañeros suyos no corrieron con la misma suerte: Luis Torres quedó nocaut tras un golpe de Suñé. Coch le fracturó el tabique nasal a Eloy Campos y Rogel le produjo una conmoción cerebral de primer grado a Mellán.Como consecuencia de estas agresiones Campos y Mellán acabaron en el Hospital Argerich. “Chapa” Suñé fue internado en el Sanatorio Santa Isabel con siete puntos de sutura. El resto de jugadores fue llevado a la comisaría 24 en condición de detenidos y recién serían puestos en libertad al mediodía siguiente, con la única excepción de Orlando “Chito” La Torre quien salió libre en la madrugada ya que su mamá murió en Lima mientras veía por televisión a su hijo participando de la pelea.El partido había quedado suspendido por el juez Otero cuando comenzó la gresca. En el vestuario resolvió la expulsión de 19 jugadores, con la excepción de Rubén Sánchez, Luis Rubiños y Julio Meléndez, el defensor peruano de Boca.El siguiente partido del xeneize era contra Universitario de Perú y estaba programado para el 25 de marzo. La Confederación Sudamericana de Fútbol se lo dio por perdido a Boca al haber vetado la Bombonera. Entonces la U terminó clasificando a semifinales.El Tribunal de Penas de la AFA se reunió el 2 de abril de ese año y determinó la suspensión de un año y seis meses de Suñé, un año y cuatro meses para Rogel, un año y dos meses para Roberto Cabrera, y suspensión de un año para Coch y para el técnico José María Silvero. La sanciones de la CSF fueron más leves: seis partidos a Suñé, cuatro a Rogel, Rojitas y Cabrera, dos a Pianetti y Palacios y una para Ovide. Román y Novello sólo fueron amonestados. Otra sangrienta historia de la querida Copa Libertadores de América.