domingo, 28 de diciembre de 2008

Raúl "Lalo" Maradona


Si un tipo tiene la suerte de jugar un puñado de minutos con la camiseta de Boca, su desempeño es de flojito para abajo y encima es portador de apellido, desde ya que podemos asegurar que hizo casi todos los deberes necesarios para hacerse acreedor de un merecido post.
Y lo de portar apellido en este en caso en particular pasa a primer plano porque, para ser sinceros, es imposible no agarrarse del apellido de Raúl Alfredo. Tan imposible como es inevitable la comparación futbolística con su hermano mayor, Diego Armando.
Enganche surgido de las inferiores a mediados de 1986. Debutó oficialmente el 20 de julio por la segunda fecha de la temporada 1986/87 en un empate 0-0 contra Estudiantes en la Bombonera. Esa tarde, Lalo recibió la orden de Marito Zanabria para entrar a los cinco minutos y reemplazar a Sisca en el muletto que se improvisó ya que horas antes Boca le había ganado a Peñarol en el Centenario por la Libertadores.
Días más tarde jugó el segundo tiempo frente a Deportivo Italiano al reemplazar a Hoyos. Y para finalizar su breve derrotero jugó los quince finales frente a River en Núñez un partido de la Copa Libertadores en el cual Boca presentó suplentes por no tener chances de pasar a segunda ronda.
Si aparte contamos dos amistosos en los que participó (partido con Central suspendido en el segundo tiempo y partido de verano contra Spartak de Moscú a comienzos de 1987) Lalo jamás pudo pegar una actuación o por lo menos una jugada acorde a su apellido.
Entonces, siendo generosos, fueron 3 partidos oficiales en donde no convirtió goles.
Tras esa temporada, armó sus valijas y comenzó a florear su apellido por distintos rincones y equipos del mundo: Avispa Fukuoka de Japón, Toronto Italia de Canadá, Deportivo Municipal de Perú, Defensa y Justicia y Laferrere.