domingo, 21 de diciembre de 2008

Un rendimiento flaco


El “Flaco” Sergio Berti tuvo una prometedora aparición en la temporada 1989/90. Nunca fue titular pero era un cambio seguro si habia que meter gente fresca para cambiar el rumbo de un partido.
La verdad que no se sabía con exactitud de qué jugaba. Hacía las veces de una especie de media punta o “falso 9” en el equipo del Cai Aimar. Si bien saltaban a la vista sus limitaciones técnicas, su origen en las inferiores boquenses le daba un plus de paciencia en la hinchada. Era un poco atolondrado pero había generado expectativa.
Formó parte del plantel campeón de la Supercopa 1989 en cancha de Independiente y se le auguraba un despegue meteórico en 1990. Pero no. Lo que fue meteórico fue su retroceso. Las pocas oportunidades que tenía las despilfarró. Fue perdiendo terreno en el equipo y de entrar faltando 20 pasó a no entrar. Y de no entrar pasó a ni siquiera ir al banco.
Y eramos pocos y lo compró River. De buenas a primeras, empezó a hablar mal de Boca en algunos medios. Se le notaba a la legua tanto resentimiento por su tracaso con la azul y oro que hasta el apodo se hizo cambiar y pasó a ser “Bruja”. Tribuneaba como loco en sus declaraciones. Parecía más gallina que Labruna y Alonso juntos. Incomprensible.
En River fue titular y nos embocó dos veces en el gallinero. Y aunque ninguno de sus dos goles sirvió para ganarnos, los gritó con el alma. Con todo el alma que le faltó en su fugaz y pobre paso por Boca.