domingo, 21 de diciembre de 2008

Un verdadero quem(er)o


Antonio Mohamed tuvo un corto paso por la institución boquense con un final más que abrupto. Jugó en la temporada 1991/92 y era una luz de esperanza en un Boca que se estaba armando a medida que avanzaba el Apertura 1991.
Más recordado por sus calzas flúo, vinchas y peinados que por goles claves, el “Turquito” nunca se caracterizó por poner la gamba en partidos hot. Pero de ahí a no querer hacer un gol hay una enorme distancia.
El xeneize recibía al Globo en La Bombonera tratando de quebrar una molesta racha de empates y de paso no perderle pisada al puntero River. Con el partido en cero, y Boca empujando, rebota una pelota dentro del área quemera y le queda limpita a Mohamed para fusilar al arquero. Era como mínimo medio gol. Pero no. El “Turquito” engancha para el costado y, como no podía ser de otra manera, lo comen dos defensores de Huracán sacando la pelota afuera. La cancha explotó y el maestro Tabárez tomó cartas en el asunto. Cambio y fuera al finalizar el primer tiempo.
Muchos años después, el mismísimo Mohamed contó que esa tarde era tal la bronca de los hinchas que tuvo que irse de la cancha escondido en el baúl del auto de Heller. Este incidente le quitó todo respaldo en la gente y su carrera en Boca estuvo sentenciada.
Alternó en algunos partidos más hasta el final de esa temporada y partió. La bronca duró algún tiempo pero hoy día prescribió.