viernes, 9 de enero de 2009

Aldo Bobadilla


Golero paraguayo que pudo mantenerse una sola temporada en el arco de Boca y que la mayor alegría que le brindó a la hinchada fue con la camiseta de otro club. Procedente de Libertad de Paraguay, Bobadilla se destacó y fue clave en los cuartos de final de la Libertadores 2006 cuando el equipo guaraní eliminó a River. No es que eliminar a River de una Copa sea una gran hazaña, pero el uno sorprendió por su nivel. Eso, sumado a la ida de Pato Abondanzzieri al Getafe, hicieron el escenario propicio para el arribo de Aldo Antonio Bobadilla a Boca.
Desembarcó a mediados de 2006 en el equipo comandado por un Basile que ya se iba a la selección argentina. Debutó oficialmente el 6 de agosto de 2006 por la primera fecha del Apertura, en el 3-0 a Banfield en la Bombonera.
Esos primeros partidos de Bobadilla fueron bastante tranquilos. Es que el Boca de Coco dominaba los partidos y la verdad que le llegaban poco y nada. Pero cuando los rivales empezaron a apretar el acelerador, el paraguayo comenzó a dejar muchas dudas.
La primera gran perla de Bobadilla fue en la ida de la final de la Recopa contra San Pablo. Thiago le pateó en diagonal desde unos 35 metros y la pelota, ante un mal cálculo, se le fue por debajo del cuerpo sin que siquiera pudiera tocarla. Ese gol en el arco que da al Riachuelo fue la primera alarma que avisaba que los tres palos de Boca no estaban muy bien custodiados que digamos.
Con la llegada La Volpe, a Aldo se le complicó más el panorama ante el capricho de Bigotón de salir jugando desde el fondo. Bobadilla no era muy ducho con los pies y en cancha de River se notó a la legua. En una salida, le entregó una pelota superexigida a Silvestre casi contra el banderín del córner. Silvestre perdió la bocha, hizo foul y vino el primer gol de los de Núñez en la derrota 1-3. Evidentemente, los hechos iban poniendo las cosas en su justo lugar.
En la eliminación de la Sudamericana 2006, tuvo la chance de pegar el campanazo. Pero en la definición por penales en Salta ante Nacional de Montevideo, Bobadilla no pudo atajar ningún penal. Y la hinchada, acostumbrada a las manos salvadoras de Pato y Oscar Córdoba, empezó a bajarle el pulgar de a poco.
La definición del Apertura 2006 fue la peor para Boca y desde ya, para Bobadilla también. Responsable directo en la tardía salida ante Pavone en cancha de Vélez, el incendio del ciclo La Volpe consumió al arquero paraguayo.
Ya con la llegada de Miguel Russo a la dirección técnica y Caranta al arco, Aldo comió banco y pudo jugar un rato más en el que se despidió de la peor manera. El 31 de mayo de 2007 ante el Cúcuta en Colombia, por el partido de ida de semifinales, Caranta debió abandonar el arco en el entretiempo por un problema muscular. Bobadilla ingresó con el partido 1-1 y se lo notó más indeciso que de costumbre. Salió tarde y lejos en el segundo gol y quedó haciendo la estatua en el tercero, un tiro libre al ángulo pero desde bastante lejos.
En total jugó 25 patidos oficiales y su carrera, que había comenzado en Cerro Porteño de Paraguay y Gimnasia de La Plata, siguió en Independiente de Medellín, Colombia.