miércoles, 14 de enero de 2009

José Luis “Tata” Brown


Seguramente el mismísimo “Tata” debe reconocer que hay dos Brown. Uno anterior y otro posterior a su consagratorio Mundial de México 86.
Lamentablemente para los hinchas de Boca, debemos enfocarnos en el primer Brown. Llegó al club a comienzos de 1985 procedente de Nacional de Medellín. Allí en Colombia había tenido algunos quilombos que lo hicieron quedar marginado. Por ese motivo es que a Boca, arribó un marcador central falto de fútbol, sin ritmo y bastante lento. Con un buen cabezazo y mucha entrega (ver foto de cabeza sangrando en cancha de Gimnasia), pero otorgando enormes ventajas en la zaga boquense.
Sin embargo, arrancó a todo vapor. Debutó el 24 de febrero en el empate 1-1 frente a Estudiantes de Río IV en Córdoba por la primera fecha del campeonato Nacional. En su segundo partido le marcó un gol a Temperley. Y en su tercer encuentro hizo dos en la goleada 7-1 a Estudiantes de Río IV en cancha de Huracán. La noche que dolió bastante ver a Roberto Mouzo jugar contra Boca y encima hacerle un gol.
En ese torneo hizo otro gol (a Altos Hornos de Zapla Jujuy) y, la verdad, parecía que Boca había contratado un delantero. Pero tras la eliminación y la llegada de rivales un poco más exigentes, empezó a verse una versión bastante pobre del “Tata”.
Un Brown que seis meses después de irse de Boca levantaba la Copa del Mundo y mostraba un nivel poco menos que increíble para los que lo habíamos sufrido con la azul y oro.
En total jugó 29 partidos e hizo 5 goles.
Su carrera, que había comenzado en Estudiantes de La Plata y Nacional de Medellín, siguió tras su ida de Boca a fines del 85, por Deportivo Español, el Brest de Francia, Real Murcia de España y Racing de Avellaneda.
Ya retirado, integró el cuerpo técnico de Bilardo cuando el doctor dirigió a Boca.