viernes, 15 de mayo de 2009

Claudio Scalise


Cuando empezamos a desempolvar el breve paso de Claudio Alberto Scalise por Boca, nos vimos parados ante un tipo que obliga a hablar más de actitudes poco felices que de tardes de domingo pateando una Tango.
Puntero izquierdo, veloz y picante, de esos que siempre hacían la misma jugada: tirarla larga para buscar sí o sí la raya de fondo y mandar el centro. Llegó al Boca de Marito Zanabria a comienzos de 1986 para afrontar la segunda rueda de la temporada 1985/86. Debutó oficialmente la calurosa noche del 26 de enero en un empate 1-1 frente a Ferro en la Bombonera. Su estreno tuvo mucho de aceptable, ya que en un contrataque fue hasta el fondo por la izquierda, tiró el centro y tras una falla de Cancelarich, Graciani la mandó adentro del arco que da a Casa Amarilla.
Jugó bastante en esa segunda rueda, pero el cierre no fue el mejor. El 20 de abril estuvo presente en la única victoria de Talleres en Brandsen 805. Fue derrota 2-4 pero lo que más llamó la atención fue las graves muestras que dio Scalise de habérsele soltado la cadena.
Con un bombazo, hizo el segundo gol de Boca a los diez del segundo tiempo. Pero cerca de los veinte se fue expulsado. Y al encarar hacia la boca del túnel, “La 12” empezó a putear a coro a Puma, la empresa que por ese entonces traía jugadores (como Graciani y Plumero Gómez). Y Scalise reaccionó de la peor manera. Giró y empezó a tirar cortes de manga apuntando a todo el estadio. Una locura.
Pero tal vez dispuesto a inmortalizarse y ya sin importarle absolutamente nada, Scalise dejó para el final su obra cumbre. En lo que fue su último partido en Boca, tras ganarle 4-1 a Ñuls y obtener la Liguilla en el Parque Independencia, ingresó al campo de juego y empezó a dar la vuelta olímpica con sus compañeros pero con la camiseta de Central abajo de la de Boca. Hasta que no aguantó más y se sacó la del xeneize dejando a la vista la del Canalla. Otra locura.
En total disputó 13 partidos e hizo 1 solo gol.
Su trayectoria, que había dado comienzo en Rosario Central, siguió en Instituto, Colón y Douglas Haig de Pergamino.