jueves, 14 de mayo de 2009

La noche que Moya tuvo que marcar a Ronaldo


Así como la aventura de Matellán marcando a Figo salió perfecta, también nos topamos con experiencias similares que salieron decididamente mal. Como lo acontecido la noche del 6 de abril de 1994 en el Mineirao de Belo Horizonte.
Esa noche el Boca de Menotti se jugaba la cabeza para seguir con vida en la Libertadores. Tenía que ganar o ganar. Entonces no quedaba más remedio que salir a buscar el partido pero sin descuidarse atrás. Más que nada por dos factores: las dimensiones del campo de juego y el nueve de Cruzeiro, Ronaldo. El brasilero recién daba sus primeros pasos, era muy joven y bastante más flaco que ahora pero ya tenía un pique demoledor. Y en el área te mataba.
Como Boca tenía prohibido marcar hombre a hombre en esa época, la idea era que Moya tomara al delantero que anduviera por su sector. Y el delantero que se movió por su sector fue nada menos que Ronaldo. El brazuca, tan rápido con la cabeza como con los pies, enseguida supo donde estaba el partido y se quedó a vivir cerca de esa zona para iniciar sus ataques. El mendocino estuvo como bola sin manija y, para ser sinceros, corrió a la rastra del nueve en casi todos los tiros.
Como podemos ver en la foto (en realidad una captura de video en baja resolución) del segundo gol, Ronaldo lo pasó por encima a Moya y a la defensa de Boca completa. Eludió al Mono y golazo. Y chau Copa.