jueves, 9 de julio de 2009

José Coronel


Cuando el 8 de marzo de 1991, las viejas chapas que indicaban los cambios, anunció que debía salir Diego Latorre para que entre José Gustavo Coronel, muchos hinchas no teníamos la menor idea de quién era el delantero que iba a debutar. Faltaba apenas un minuto y Boca goleaba con comodidad a Unión en Santa Fe por la tercera fecha del Clausura, pero esos segundos que trotó en cancha bastaron para por lo menos presentarlo en sociedad.
De contextura chiquita y bastante ligerito, arribó a Boca a comienzos del ciclo Tabárez procedente de Instituto de Córdoba. Para desgracia de Coronel cayó en un momento que se alinearon los astros y Boca armó en dos o tres partidos de verano un verdadero equipazo. Y tener por delante al Diego bueno, Bati, Graciani y un incipiente Claudio Rodríguez, lo sentenciaron a jugar casi nada. Para ser exactos, tres partidos, si es que a ese minuto en Santa Fe se lo puede llamar partido. Y desde ya que goles no hizo.
Luego formó parte de un muletto que mandó el Maestro a Bolivia para enfrentar a Oriente Petrolero por la primera fase de la Libertadores. Y cuando decimos muletto, tal vez nos quedemos cortos. A saber: Pogany, Jorge Lépez, Holweger, Rusos Hrabina y Abramovich, Stafuzza, Cenci, Turco Apud, Chicho Gaona, Rata Rodríguez y el mismísimo José Coronel. Esa noche fue derrota 0-1 y noventa minutos completos para nuestro homenajeado.
Su momento de gloria (?) con la camiseta de Boca, debe haber sido tal vez por la octava fecha de ese Clausura. Fue una tarde que Boca le ganó 2-0 a Gimnasia y Coronel jugó por primera vez en la Bombonera, desde el arranque y nada menos que armando dupla de ataque con Gabriel Batistuta. Al inicio del segundo tiempo, bastante ajetreado, dejó su lugar a la Rata Rodríguez. Sin saberlo él ni tampoco los hinchas, esa fue su silenciosa despedida del xeneize. Pese a jugar Boca muchos partidos en ese semestre, el concepto de rotación llegaría bastantes años después. Cosa que evidentemente le restó toda chance.
Su carrera, iniciada en La Gloria cordobesa, siguió luego en San Lorenzo y en el ascenso con la camiseta de Cañuelas.