jueves, 13 de agosto de 2009

Alberto “Beto” Naveda


Si en la vida fuera todo dos más dos cuatro, ni siquiera tendríamos que preguntarnos si un tipo que le mete un gol al Real Madrid en una final puede quedar en el olvido. Pero como a veces el destino es caprichoso y evidentemente la Copa Iberomericana no es la Intercontinental, la historia de Alberto Dante Naveda en Boca está destinada a perderse en el montón.
Volante por derecha, de aceptables condiciones técnicas y buen despliegue pero que la suerte le pegó un portazo en la cara el 25 de mayo de 1994. Esa tarde, el Beto marcó el 2-0 frente al Real Madrid a los veintiocho del segundo tiempo. Y ese gol en el arco que da al Riachuelo, era nada más y nada menos que el gol para levantar la Copa Iberoamericana y depositarla en las vitrinas del hall. Pero un descuido de la defensa dos minutos después tiró abajo la obtención del trofeo y sobre todo, lo que posiblemente hubiera sido el trampolín para que Naveda gane continuidad.
Había aterrizado en el club en 1991 procedente de San Martín de San Juan y tardó dos largos años en ver los resplandores de las cámaras de fotos. Debutó oficialmente el 1 de agosto de 1993 en la ninguneada Copa Centenario. Esa tarde, el Profesor Habbeger puso en la trinchera del mediocampo a Neffa por izquierda, Gardelito Medero de cinco y Beto Naveda por derecha. No está de más aclarar que la aventura terminó mal. Derrota 0-1 con el Bicho en cancha de Vélez.
Tras el naufragio del ciclo Habbeger, y la llegada a puro humo de Menotti, Naveda salió por fin al campo de juego esa esquiva tarde frente al Real Madrid en la Bombonera. Luego de quedarse en las puertas de ser el héroe de la película, jugó un partido en junio frente a Ñuls en Rosario por la fecha 12 del Clausura 94. Otra derrota 0-1, y reemplazo a los veinte del segundo tiempo para que entre el Facha Tejera.
Y esa excursión al Parque Independencia fue su última salida jugando para Boca. Resumiendo, 3 partidos oficiales y 1 gol al Real Madrid. Hay que reconocer que eran épocas bastante inestables en Boca y la escasez de títulos convertían los vestuarios de Boca en un desfile incesante de jugadores. Y muchos de ellos no tuvieron las mínimas oportunidades para demostrar si estaban o no para el desafío.
Su carrera iniciada en el Santo sanjuanino, luego incluyó varios tours alrededor del planeta Tierra. A saber: Quilmes en la B, New England Revolution en Yanquilandia, Maccabi Acre, Maccabi Ironi Ashdod y Happoel Jerusalem en Israel, Dundee United y Dundee FC en Escocia, y el Sanremese en el ascenso italiano.