martes, 1 de septiembre de 2009

“Amigos de Bermúdez”


La verdad que ver al Patrón Bermúdez armándose su partido despedida del fútbol y vistiendo a su equipo “Amigos de Bermúdez” con una camiseta igual a la de Boca, provoca como mínimo, enorme reconocimiento a un tipo que escribió páginas de gloria en el club.
Y la foto, que junta a media columna vertebral del histórico equipo récord de partidos invicto, bicampeón local, bicampeón de América y campeón del Mundo, es testimonio de lo ocurrido la noche del último sábado de diciembre de 2008 en el estadio Centenario de Armenia, Colombia.
Con 8.000 testigos presentes, el Patrón colgó los botines no sin antes armarse un lindo equipito junto a Oscar Córdoba, Fabián Morales, la Tota Fabbri, Diego León Osorio, Néstor Villarreal, Chicho Serna, Fabián Estay, Alex Aguinaga, Adolfo Valencia y Daniel Tilger. Y el equipo en cuestión, contó con otros dos caprichos del rudo marcador central: todas las camisetas auriazules llevaron el número dos en la espalda y el director técnico fue nada menos que Carlos Bianchi.
El partido, denominado ”El adiós del Patrón”, fue contra la selección de Colombia comandada por el Pibe Valderrama y el resultado quedó decorado con un 3-1 para los “Amigos de Bermúdez”. Obviamente los momentos cúlmines de la calurosa noche ni a palo fueron los goles. De entrada nomás, Jorge Bermúdez fue recibido en el campo de juego por su padre y por su hijo. Tras un fuerte abrazo, el Patrón se quebró y no pudo contener las lágrimas. Luego del encuentro confesaría lo que sintió: “...cuando ingresaron Jorge David y mi viejo fue un momento lleno de sentimiento y emoción. Verlos en una cancha conmigo era un sueño y gracias a Dios se cumplió. Me voy del fútbol satisfecho y con mucho agradecimiento a Dios por lo que me dio, por lo que me permitió vivir. Porque de jugar en la cancha de La Isabela con los pies descalzos, llegar a ganar una Intercontinental es una muestra de que uno puede lograr lo que se propone...".
Bermúdez fue reemplazado a los 30 del segundo tiempo y se llevó de regalo tremenda ovación. Y en caliente, tuvo tiempo de reflexionar sobre su futuro: “...qué felicidad siento con el apoyo de mi familia, mis paisanos y mis amigos. Es hermoso vivir esto, todo se lo debo al fútbol. Ahora seguiré pero desde el banco...".
Ojalá que algún día sea desde el banco de Boca. Total, pasó cada uno, que por qué no darle una chance al Patrón.