martes, 4 de agosto de 2009

Héctor “Mosquito” Monroig


A esa extraña raza de jugadores sin muchos logros, pero siempre recordados por la gente de Boca, pertenece Héctor Daniel Monroig. Sin embargo, a diferencia de otros, el Mosquito tiene algunos números interesantes que pueden hacer bastante más grato el recuerdo.
Puntero derecho, chiquito, ágil y más proclive a tirar la diagonal hacia el arco de enfrente que a desbordar y mandar el centro, llegó a mediados de 1986 procedente de Estudiantes de Buenos Aires. Y el tremendo cimbronazo que significa pasar de las canchas del ascenso a jugar en la Bombonera, lo disimuló sin mayores complejos.
Porque el día de su debut oficial, el 3 de agosto por la cuarta fecha de la temporada 1986/87, a los veinte del primer tiempo metió el gol del triunfo 1-0 frente a Deportivo Italiano en la Bombonera. Esa fría y nublada tarde pareció sentirse de lo más cómodo formando tridente con Irazoqui por el medio y Comas por la izquierda.
Y a semejante estreno le siguió una jornada casi consagratoria. Porque a la fecha siguiente, en un partido de entresemana por la noche, cerca del final hizo el gol para empatarle 1-1 a Ferro en Caballito. Dos jugados y dos goles, seguro superaban las expectativas del mismísimo Monroig.
Tras corretear en algunos partidos más, tuvo un nuevo contacto con las redes contrarias. Fue el 16 de noviembre cuando sacándole todo el jugo a su media hora en cancha, entró a los 15 del segundo tiempo por el Tuta Torres y a los 36 clavó el 1-1 parcial frente a Instituto en la Bombonera. La derrota final 1-2 con La Gloria opacó su tarde de héroe, pero Monroig ya dejaba de ser un desconocido para los hinchas de Boca. Y más para los socios de la tribuna que da a la Casa Amarilla, que pudieron conocerlo muy de cerca mientras el Mosquito festejaba su gol trepándose descontroladamente al alambrado.
De ahí a fines de 1986 estuvo hasta el final del ciclo Zanabria y ya en 1987, tras la llegada de Menotti perdió lugar en el plantel y abandonó el club. Pasando en limpio, fueron 8 partidos oficiales y 3 goles convertidos. Nada mal.
Su carrera, iniciada en el Pincha de Caseros, siguió nuevamente en el submundo del ascenso defendiendo los colores de Tigre.