domingo, 9 de agosto de 2009

Vladislao “Polaco” Cap


No contento con portar un nombre que ya de por sí podría haberlo hecho entrar en la historia de Boca, Vladislao Wenceslao Cap se mandó una de cowboys para asegurarse la eternidad en el recuerdo de los hinchas.
Arribó a la dirección técnica del xeneize a comienzos de 1982, en lo que podríamos llamar el bajón post-Diego. Y al bajón anímico hay que sumarle el económico, con un equipo reforzado con nombres bastante dudosos.
Su debut oficial fue el 14 de febrero por la primera fecha del Nacional 82 en una auspiciosa goleada 4-2 al Globo en la Bombonera. Pero tras un arranque soñado, que incluyó el 5-1 a los pibes de River en Núnez, el equipo se fue quedando sin nafta y empezó a resignar puntos claves. El Boca de Cap salía a buscar los partidos pero la realidad es que no contaba con muchas variantes ofensivas. Y el plantel era bastante corto en cuanto a nombres competitivos.
En la penúltima fecha de la primera fase, el 9 de mayo, Boca cayó goleado 0-4 con Talleres en el Chateau Carreras y quedó sentenciada su rapida eliminación del torneo.
Pero si lo del 9 de mayo fue una bomba, lo que pasó el martes 11 fue una avalancha de bombas. Ese día, en un hecho inédito, el señor Cap cerró su traspaso a la dirección técnica de River, convirtiéndose de esta manera en el primer DT de la historia que dirigió a Boca y a River en la misma temporada, con la frutilla de pasar de uno a otro directamente y sin escalas previas.
Como si todo esto fuera poco, vale mencionar el modus operandi del Polaco. El martes 11 de mayo por la tarde se reunió en la oficina de Aragón Cabrera, presidente de River, para abrochar su incorporación al Millonario y luego, por la noche, se juntó con Noel y Abbatángelo para finiquitar su desvinculacion del xeneize. Una pinturita.
En total dirigió 15 partidos, de los cuales Boca ganó 5, empató 7 y perdió 3, convirtiendo 25 goles y sufriendo 18 en arco propio. No fue una mala campaña, pero casi todos los triunfos fueron al comienzo y en la recta final empató demasiados partidos.
Buscando información para tratar de entender un poco la jugarreta, encontramos algo en una la revista El Gráfico de fines de mayo de ese año. Declaraciones del propio Cap: “...volví muerto de Córdoba. La goleada de Talleres me hizo mal, y ahí me di cuenta que la cosa no iba más. Se lo dije a Rodríguez Seoane y a Medero en el avión. A la noche me costó dormir. ¿Sabés por qué? Porque me preguntaba yo mismo: ¿cuántas veces en la vida uno puede ser el técnico de Boca? Una, ¿no? Bueno, mi oportunidad había pasado y fue casi sin armas para pelear. A mi no me engañaron los resultados de la gira y los primeros partidos que ganamos en el Nacional. Sabía que en cualquier momento la estantería se venía abajo. Hice todo lo que pude. Si la gente supiera las peleas de los jugadores con los dirigentes tendría todo más claro. ¡Mi Dios, qué manera de discutir! Así no podés entrar a una cancha. Y encima de todo esto se lesionó el Flaco Gareca cuando más lo necesiraba... pero bueno, mi futuro es River y con lo que hay, más un nueve de categoría que podría ser Carlos Bianchi o el brasileño Roberto Dinamita, se puede armar un equipo importante para la Libertadores...”.
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UPDATE
En septiembre de ese mismo 1982, dirigiendo a River, Vladislao Wnceslao Cap falleció.