viernes, 18 de septiembre de 2009

Roma 3 - Boca 1


El amistoso, pactado en 1999 cuando la Roma se aseguró el pase de Walter Samuel, recién se jugó el 7 de agosto de 2001. Y para ese entonces, los tanos eran los flamantes campeones del Calcio y chapeaban con un verdadero equipazo.
Boca cruzó el Atlántico siendo bicampeón de América y tomando ese partido con la tranquilidad de saber que era el único que iba a jugar en la pretemporada. Y con el bonus de embolsar de paso un palito verde. Este escenario, súper relajado, hacía imaginar algo así como un soltero contra casados. Pero no fue tan así.
Primero hay que aclarar que el estadio Olímpico de Roma, lleno hasta las manos, recibió con una estruendosa silbatina a Carlos Bianchi por su floja gestión años antes. Pero tras el recibimiento hostil de parte de los Ultras ubicados en el Codo Sur, lo que estaba preparado era una verdadera fiesta para que puedan festejar la vuelta olímpica tras 18 largos años.
El primer tiempo fue bastante parejo y con algunas chances para ambos. Pero un bombazo de Batistuta, picó, sorprendió al Pato y desniveló el marcador. Tras algunas entradas fuertes de Chicho Serna, el segundo tiempo se dio a pedir de Roma. Y hubo un segundo y tercer gol antes del descuento, casi sobre la hora, de Walter Gaitán.
En el medio de todo eso, hubo una jugada a los veinte del segundo tiempo que apagó la fiesta y armó un importante quilombo. Ante una salida con pelota dominada del defensor marfileño Saliou L’Assissi, Chipi Barijho fue a presionarlo desaforadamente, trastabilló y cayó en forma pesada sobre la pierna izquierda del africano. Enseguida hubo conciencia de la magnitud de la lesión: fractura de tibia y peroné para la nueva estrella de la Roma comprada a la Fiorentina en 10 millones de dólares.

En los sucesivos días dio tela para cortar la derrota 1-3, el partidazo de Rolando Schiavi, un tanteo de los romanos para llevarse al Flaco y, obviamente Antonio Barijho. Il Messaggero fue contundente: "La fiesta fue arruinada por la fractura de tibia y peroné de Lassissi, quien deberá estar parado 5 meses". La Gazzetta dello Sport prefirió ir por el lado de la ironía: "Roma, una fiesta fracturada".
Los micrófonos estaban abiertos para abordar siempre el mismo tema: Barijho. A la hora de hablar, Fabio Capello, técnico de la Roma, no anduvo con vueltas: "..fue una falta inútil, se podía haber evitado. El jugador se tiró de atrás...". El Bati fue un poco más subliminal: "...por ahí exageraron un poquito los chicos de Boca. Algunas patadas por ahí... no estoy queriendo decir que Barijho lo haya hecho intencionalmente, ojo. Lo único que digo es que esto era una fiesta y una pierna menos levantada hubiese sido mejor. De todas maneras, no hubo maldad. Pero se podía haber jugado un poquito más liviano, ¿no les parece?...". Y Carlos Bianchi, mostró toda su cintura: "...lo que me amargó un poquito la noche fue la lesión de L’Assisi. Me amarga porque yo digo siempre que los amistosos no me gustan. Una desgracia quiso que se empañara la noche. Antonio se tropezó, fue un accidente. Por lo menos desde donde lo veo yo me pareció un accidente. En todo caso, para tener una opinión más precisa, habría que verlo bien por TV...".
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Gracias a Javier Romero por la colaboración