martes, 13 de octubre de 2009

Daniel Tilger


A fines de la década del ochenta y principios del noventa, la promisoria irrupción de un juvenil delantero en la primera de Boca nos hizo creer a muchos que semejante desfachatez (?) en su look, tenía que ir sí o sí de la mano de una enorme desfachatez para jugar. En criollo, un tipo con mucho potrero, desequilibrio y gol. Pero las apariencias, evidentemente, pueden engañar.
Daniel Alberto Tilger, puntero veloz y gambeteador, algo embarullado pero punzante, debutó oficialmente el 23 de febrero de 1989, en un mix de titulares y suplentes que armó el Pato Pastoriza para enfrentar al Sporting Cristal, en Lima, por la Libertadores. Esa noche, entró faltando veinte minutos por el Coya Gutiérrez y con el partido 0-0 para tratar de lograr un triunfo clave. Pero faltando cinco minutos los peruanos se despacharon con un gol impensado que tiró por la borda todo el esfuerzo del rejuntado. Podemos decir entonces que fue un estreno con algo de mala fortuna (mmm...).
Su primer partido completo fue a los pocos días. Y la visita del Boca puntero del campeonato al Chateau Carreras para enfrentar a Talleres terminó con un nuevo 0-1 en contra (mmm... qué casualidad).
Tras integrar algunos mulettos en la temporada 1989/90 cuando el Boca de Aimar se tiró a ganar la Supercopa, Daniel Tilger tuvo, finalmente, su tarde de gloria. Fue el día de la madre de 1990 cuando Boca visitó a Vélez en Liniers por el Apertura. Entró faltando media hora por Tapia y luego de una increíble pisada con taco incluido, desbordó por la derecha y metió un centro bien pasado para que Moya fusile de cabeza al Pato Fillol y ponga el 1-1 final. Esa gambeta pareció ser el trampolín de despegue para que empiece a jugar más seguido. Pero no.
Luego de dos puñados de minutos más en ese campeonato (derrota con Español en la Bombonera y 0-0 con el Pincha, mmm..... cuantas caualidades) y tal vez cansado de no poder ganarse un lugar en más de un año y medio con la primera, agarró lo que vino y con veinte años se fue al fútbol cafetero.
En total dejó la estadística de 10 partidos oficiales jugados y cero gol convertido. De esos diez partidos que disputó, Boca ganó sólo 2 y perdió 5 (mmm.... ¿más casualidades?).
Su carrera fue un desfile casi incesamente e incluyó a Once Caldas, Independiente (Santa Fe), América de Cali, Deportes Quindio, Deportivo Cali, Junior y Millonarios. Tras su pesetero paso por Colombia, volvió a la Argentina para traerle suerte a Unión de Santa Fe, Argentinos Juniors, Nueva Chicago, Lanús, Tiro Federal y El Porvenir.
Lo último que supimos fue su arribo al fútbol uruguayo en 2008 para recalar en el Durazno FC. Esperamos que el durazno no se pudra.
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UPDATE
Ya retirado lo pudimos ver con los colores de Boca jugando el torneo Super 8 de ex jugadores. Y su debut fue haciendo realidad lo que tendría que haber hecho 20 años antes: convirtiendo un gol para el 2-0 final a Independiente.