viernes, 27 de noviembre de 2009

Aldo “Doctor” Paredes


Cuando un pibe del semillero trata de asomar la cabeza y se ve taponado por la contratación de un refuerzo estrella, seguramente debe sentir toda la bronca del mundo por no poder mostrar sus condiciones. Imaginemos entonces qué habrá sentido Aldo Gustavo Paredes cuando tras jugar su primer partido oficial, el Flaco Menotti pidió expresamente la llegada de Nelson Vivas a Boca. Pero vayamos por partes.
El trajinar de Aldo, marcador de punta derecho que recorrió el camino de las inferiores, se vio sacudido el 12 de octubre de 1992 cuando fue incluido por el Maestro Tabárez para un amistoso frente al Sevilla en el Chateu Carreras. El partido, horas después del triunfo clave sobre River por el Apertura, terminó en derrota 1-3 pero debe haber catapultado las ilusiones de nuestro homenajeado.
Sin embargo, deberían transcurrir casi dos años más para su debut oficial. Fue el 21 de agosto de 1994 por la fecha 18 del Clausura. Esa tarde nublada frente a Racing en Avellaneda no llamaría tanto la atención por ver a Paredes jugar de dos sino como por ver ganar un clásico de visitante al Boca de Menotti.
De cara al Apertura que se venía, es imposible no volver a lo dicho al principio. El arribo de un infladísimo Vivas fue manijeado a lo loco como la llegada de un crack. Y ya pasados quince años, tal vez no exageremos mucho si decimos que Paredes no tenía mucho que envidiarle al cuatro proveniente de Quilmes. Marca, sacrificio, actitud, pierna fuerte. Tal vez de mitad de cancha para adelante se le oscurecía bastante el panorama al Doctor, pero la realidad nos prueba que Vivas no fue Cafú ni nada que se le parezca. Eran años de mucha compra y venta de jugadores con intenciones no siempre sanas y fantaseando un poco, es muy probable que en un proyecto serio que incluyera juveniles (ciclo Bianchi sin ir más lejos) Paredes no hubiera desentonado para nada.
En ese Apertura jugó apenas tres partidos, así que no podemos echarle la culpa de lo pésimo que defendía ese equipo. En 1995 y ya con Marzolini en el banco, tampoco pudo voltear el “mito” Vivas y apenas cantó presente en dos encuentros. Victorias 1-0 a Ferro en Caballito y 5-0 a Independiente en La Boca, noche épica de Walter Pico. Sin lugar y tal vez resignado, buscó su lugar en el fútbol en otros horizontes. En total dejó el registro de 6 partidos oficiales disputados y ningún gol convertido.
Y así fue como pudimos verlo transpirar otras camisetas. A saber: Ferro, San Lorenzo, Quilmes, Almagro (momento en que su vida corrió peligro al ser baleado) e Independiente Rivadavia de Mendoza.