domingo, 27 de diciembre de 2009

El cementerio Boca Juniors


Hay temas que dan para la joda y otros que no. Este tema está en el límite y es medio jodido hacer chistes. Para eso ya está Ubaldo Rattín, que al entrar al cementerio el día de la inauguración tiró entre risas: "...está tan lindo que dan ganas de quedarse...".
Ubicado en el kilómetro 33 de la autopista Buenos Aires-La Plata, jurisdicción de Berazategui, el cementerio Boca Juniors fue inaugurado oficialmente a principios de septiembre de 2006 como un sector exclusivo dentro del selecto Cementerio Parque Iraola.
Como el presidente Macri no fue al estreno, en representación de Boca estuvieron el secretario general Luis Buzio y el titular de Boca Crece y encargado de marketing, el ya a esta altura incansable Orlando Salvestrini. A ellos se sumaron el presidente de la Mutual de ex Jugadores, Pedro Organbide padre, el ex presidente del club Domingo Corigliano y un hincha famoso: el golfista Roberto De Vicenzo.
El sector boquense del cementario está a unos 30 metros de la puerta principal, aunque con acceso directo por una de las otras dos entradas. Hubo corte de cinta inaugural y todo a manos de Buzio y el presidente del Cementerio, el contador Martín Stenner.
El espacio es de una hectárea y alberga tres mil parcelas, pero dejaron lugar para ampliarlo hasta doce mil. Desde ya, todo está adornado con flores azules y amarillas.
El momento, pese a todo, debe haber sido tenso, porque los presentes empezaron a mandar fruta a lo loco para descomprimir un poco. El sacerdote José Luis Monzón, obviamente hincha de Boca, antes de bendecir las instalaciones, aseguró que "...por lo menos una vez en la vida, un hincha de Boca tiene que ir a la cancha. Ahora también tienen un lugar aquí y, por supuesto, en el cielo...". (?)
Buzio no quedó atrás: "...un honor estar aquí en nombre de Boca a poner la parcela para jugadores, hinchas y dirigentes, que alguna vez descansaremos aquí...". (?)(?)
Y Salvestrini, ya acostumbrado a estos trotes (I, II, III, IV, V) arremetió a fondo: "...es una forma de canalizar la necesidad de los hinchas. No sabés la cantidad de socios que nos piden tirar las cenizas de sus familiares en La Bombonera. Aquí encuentran un espacio más formal. El hincha de Boca es pasional en vida, pero también de muerto (?). Es un amor eterno. La idea es estar el día de mañana todos juntos acá y alentaremos desde el cielo, como dice la canción...". A los botes.
El responsable del marketing, de paso tiró el chivo al informar que las gestiones para reservar un lugar en el cementerio deben hacerse en el Departamento de Socios del club. Ah, el costo es accesible y se puede pagar en cuotas. Traigan más botes por favor.
En el medio de tanto delirio, hubo sí un momento muy emotivo. Fue al depositar los restos de los arqueros Juan Estrada y Julio Musimessi, trasladados desde otros cementerios.

Para cerrar, el dueño del cementerio, se justificó: "...para nosotros también es un honor. Hemos buscado la forma de darle un valor agregado al cementerio, de difundir el producto y nada mejor que una marca tan prestigiosa como Boca para lograrlo. El sector está totalmente cercado con plantas y aislado del resto del cementerio, para que nadie se sienta afectado. En general, fue bien aceptado por la gente ajena a la institución. Siempre hay alguna queja, pero no fue significativa...".