jueves, 11 de marzo de 2010

Diego Maggia


Podrá parecer un poco injusto dedicarle unas líneas a un pibe de las inferiores que jamás llegó a jugar oficialmente. Pero hay un par de puntos que casi nos ponen en la obligación: primero, no habrá jugado nunca en forma oficial pero sí jugó un rato en un amistoso. Segundo, revisando un poco, encontramos casos mucho peores. Y tercero y principal, un tipo que porta semejante apellido, ni en pedo puede quedarse afuera. Así que, a lo nuestro (?) entonces.
Diego Norberto Maggia, volante ofensivo nacido en diciembre de 1970 en San Justo, provincia de Buenos Aires, arribó a La Candela o porque era hincha de Boca o porque La Candela quedaba muy cerca de su casa. O tal vez por las dos cosas. Lo importante es que arribó a La Candela y transitó el camino de las inferiores en la complicada década del 80. Así que, como mínimo, escenario difícil.
Sin embargo todas sus ilusiones y sueños deben haber tocado techo el 16 de julio de 1989 en ocasión a un partido amistoso contra un Combinado de General Sarmiento. Esa fría jornada, en la cancha de Juventud Unida y bajo el arbitraje de Carozo Mastrángelo, Cai Aimar puso en cancha a Merlo, Ivar Stafuzza, Juan Simón, Erbín, Berti, Fabián Carrizo, dos que todavía eran amigos como Marangoni y Villarreal, Latorre, Graciani y Walter Pico. Pero en el segundo tiempo entraron una banda de pibes formada entre otros por nuestro homenajeado, Giraldi, el Nachi Medina y Tilger a los que se sumó el plus (?) de dos relegados como el Coya Gutiérrez y la Porota Barberón. La cosa es que en el medio de tanto cambio hecho por el técnico, Maggia se dio el gusto y pisó por primera y última vez un campo de juego con la camiseta de Boca puesta. Y hasta tuvo el honor de retirarse victorioso si tenemos en cuenta que el partido terminó con un triunfo 2-0.
No habría nunca más una mísera oportunidad para que saque conejos de la galera (?). No volvió a tener chance alguna de frotar la varita (?) y hacer el gol que tanto habrá soñado. Un rato en un amistoso y desaparición absoluta.
Pero ojo. Según cuentan algunos entendidos en el tema, pudo vérselo años más tarde defendiendo la camiseta de San Telmo.