lunes, 14 de junio de 2010

Boca pierde los puntos contra San Lorenzo de Mar del Plata por el dóping positivo de Pancho Sá


El 23 de noviembre de 1980 Boca visitó a San Lorenzo de Mar del Plata en el estadio mundialista por la última fecha del campeonato Nacional. Pese a que ambos equipos ya estaban eliminados sin ninguna chance de pasar de ronda, como es de preveer, la llegada de Boca convulsionó a La Feliz y le puso un marco imponente al estadio José Minella.
Así fue como sin presiones y casi como un amistoso, Rattín experimentó mandando a volantear a Gareca y puso en cancha al Loco Gatti, Cacho Córdoba, Pancho Sá, Capurro, Hugo Alves, Abel Alves, Chapa Suñé, Gareca, Randazzo, Muñeco Outes y Mono Perotti.
Antes de los quince Boca ya ganaba 2-0 con goles de Outes de palomita (foto) y Gareca. Pese al descuento de los marplatenses y algunas zozobras en el final, el resultado final quedó en un triunfo 2-1 que servía para despedirse del fútbol oficial en 1980 y ponerse a pensar como reconstruir un ciclo terminado.
Pero el cierre fue a tono con un año bastante oscuro. Días después estalló la noticia que el control antidóping de Pancho Sá había dado positivo. El Tribunal no dudó y el 5 de diciembre falló con todas las de la ley. Cuatro meses de suspensión para Pancho y partido ganado para San Lorenzo de Mar del Plata por 1-0. Pero ¿qué pasó concretamente?
Antes del partido, el Loco Gatti le pidió al masajista del plantel, el Torito Quintieri, un Colifedril, un medicamento contra el resfrío. Al mismo tiempo, Pancho Sá le pidió una aspirina común y corriente de las que se venden en los kioscos. Pero el Torito sin querer se equivocó ya que las pastillas eran iguales y Gatti terminó tomándose el analgésico y Sá el Colifedril.
Tras el partido a Pancho Sá le tocó el control antidóping y para sorpresa de todos, días después salió positivo su resultado. El Colifedril había sido agregado un tiempo antes en la lista de medicamentos prohibidos y nadie tuvo en cuenta el tema.
El Tribunal de Disciplina de la AFA, pese a todos los descargos que se hicieron, no tuvo contemplaciones, aplicó la fría ley y el que recibió el palazo por la cabeza fue Sá. El incidente, más allá de la bronca lógica de Sá, dejó secuelas en la interna del plantel ya que Pancho quedó enfrentado a muerte con Hugo Gatti por entender que el Loco no había hecho lo suficiente, más allá de hablar con los directivos, como para aclarar el tema y salvarlo de la sanción.