domingo, 4 de julio de 2010

Jorge “Pipa” Higuaín


Para aquellos jóvenes seguidores o quienes hayan archivado en el cajón de los recuerdos a este personaje, y debido a que el hijo juega de nueve en la Selección y muchos hinchas de Boca lo llaman "Pipita", cuando habría que tratarlo solo por el apellido o el número (atención Seba), pasamos a describir el germen (?) de la maldad y la traición: el padre de la criatura, el hijo de mil putas traidor de Jorge Nicolás Higuaín, alias "Pipa".
Este limitadísimo central arrancó su carrera en Nueva Chicago en 1976, paso a Gimnasia en el ‘81, luego a San Lorenzo en el ‘82 y llegó a Boca en el ‘86. Y meses más tarde formó parte del famoso y recordado Boca de Menotti que salía de memoria: Gatti, Abramovich, Higuaín, Musladini (Pichón de Passarella) y Hrabina; Melgar, Carrizo, Tapia; Graciani, Rinaldi y Comas.
Hasta ahí todo bien. Incluso se puede decir que cumplió de manera sobresaliente su función: central recio, limitado técnicamente pero con buen anticipo, cabezazo y voz de mando. Y si además revisamos su carrera previa, este señor a lo sumo comió salchichón con jamón de premio por ganar un partido y gracias si ducharse con agua caliente, comodidades raras de ver en los clubes por los cuales pasó hata que llego a Boca y empezá a comer caliente.
Entonces, tras sus buenas actuaciones, fue vendido al Brest de Francia donde hizo la diferencia economica, como siempre gracias a Boca. Y un buen día un par de años después, el tipo volvió así como así seducido por el River de Menotti y se puso esa camiseta asi como si nada y encima haciéndose el capanga. Igual le fue como el orto y le rompimos bien el culo ganamos con los goles de Perazzo y Graciani en cancha de River. Hizo dupla con Passarella, el mismo que después lo limpió cuando justo propuso hacer rinoscopías a sus jugadores junto a Angel Comizzo y Enrique.
Este traidor desagradecido, al que Boca le mató el hambre y le hizo hacer la diferencia económica, gritó como un desaforado un gol a Boca (que luego le costaria a las gallinas casi diez años sin ganarnos en el Gallinero) y se mataba por la camiseta chota esa como si fuese de River de toda la vida, cuando su verdadera pasion es Chicago. Años más tarde siemrpe se dirigió hacia River como lo más grande de su vida, olvidando sus épocas de pobre en Boca o cuando jugaba junto a Giunta, Sivisky, Malvárez y el muerto de Walter Perazzo en “Los Camboyanos" de San Lorenzo, un grupo que no cobraba un sope e iba para adelante.
Lo más indignante es ver en el último Clarín a los padres de los jugadores (entre ellos el de Jonás Gutiérrez que contó que su hijo tenía una parálisis de chico y parece que no quedó muy bien) y ver al puto vendido de Higuain mandando la foto de él y los dos hijos con la camiseta de River.
Higuaín, te matamos el hambre, no eras nadie antes de pasar por Boca. Te fuiste a River con Menotti, otro traidor como vos, y te hiciste amigo del Kaiser. Pasaste por el fútbol sin pena ni gloria siendo un pegapatadas con suerte y jugó en Boca y River. Nunca voy a gritar un gol del madera de tu hijo. Enseñale a tu familia quien fue Boca en tu vida, traidor, y andá a gritar los goles de River vendehumo. Que las gallinas ni te registran.
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Autor ENMASCARADO!
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PD: en la foto va con un colega de la misma calaña.