miércoles, 4 de agosto de 2010

Juan "Loco" Bernuncio


A fines de 1982 la dirigencia de Boca tomó al toro por las astas y fue a la carga para contratar sí o sí a Francisco Antonio Ruiz (?), arquero de Atlético Tucumán. Pero como la billetera de Boca tenía agujeros por todos lados, el que terminó viniendo fue su suplente en el Decano: Juan Ángel Bernuncio.
El Loco tuvo su bautismo de fuego el 23 de febrero de 1983 en el estadio Minella de Mar del Plata cuando se lesionó Gatti en un partido de Copa de Verano frente a Estudiantes. Esa noche jugó algo más de media hora pero le resultó bastante productivo el rato en cancha. Primero porque mantuvo el 0-0 y segundo porque pudo mostrarle al mundo (?) que de una vez por todas, Gatti ya tenía reemplazante. Y no nos referimos tanto a las cualidades técnicas sino a un tema más de imagen. Porque ver salir al verdadero Loco y ver entrar corriendo a un pibe con pelo largo, vincha, bermudas y medias bajas llamó la atención de muchos antes de tocar su primer pelota.
Tras el debut y toda la ilusión del mundo seguramente, el mazazo. Boca contrató los servicios de Barisio, arquero récord en Ferro. Así que nuestro homenajeado ya no debía pelear con un arquero sino con dos. Y con bastantes más pergaminos para ser sinceros.
Será por eso que recién vio la luz en junio de ese año durante un amistoso en la cancha Municipal de Formosa frente al Combinado local. Partido que terminó 2-0 con goles de Stocco y el Potro Domínguez y en el que pudo jugar un rato al reemplazar a Barisio. Su último acto fue a fines de octubre, también de 1984, en otro amistoso. Ya sin Faraone y con el Zurdo López como técnico, jugó en Corrientes frente a Boca Unidos y se retiró victorioso tras el 2-1 final. Pero sus cartas estaban echadas. Por lo menos en Boca.
A principios de 1985 pegó la vuelta a Atlético Tucumán para seguir siendo suplente y más tarde cuidaría los palos de Central Córdoba de Santiago del Estero (1986/87). Hasta que pintó la posibilidad y se fue a probar suerte al fútbol boliviano calzándose los buzos de Real Santa Cruz, Oriente Petrolero y Real Potosí.
En 2006, se supo que ya como director técnico, parece que tuvo mucho laburo en Concepcion de Tucumán hasta que en 2008, se sacó definitivamente la vincha y se puso la gorra para dirigir los destinos de Atlético Policial de Catamarca.