lunes, 29 de noviembre de 2010

“Beto” Menéndez vs Amadeo Carrizo

En el superclásico de 1954 en Núñez nació un enfrentamiento que duró años. Con River ganando 3 a 0 llegó un pelotazo largo en dirección de José “Pepino” Borello, pero saliendo del área, Amadeo Carrizo llegó antes a la pelota y enganchó haciendo pasar de largo al delantero de Boca. Cuando se esperaba el rechazo largo del arquero, Amadeo esperó que volviera Borello a tratar de quitarle la pelota, lo gambeteó nuevamente y recién entonces efectuó el pase para un compañero.
Por esos años no se concebía un arquero haciendo esas jugadas. Se lo consideraba una afrenta y una burla al adversario. Hoy es común verlo en todas las canchas y por todos los arqueros y se toma con naturalidad.
Esta acción le valió la ovación obvia de su público, pero le creó un enemigo implacable: la hinchada de Boca, quién a partir de ese momento, se dedicó a hacerle la vida imposible. Cada visita de Amadeo a la Bombonera comenzó a transformarse en un suplicio para el arquero quien era hostigado permanente por La 12.
El gran vengador de esos años fue Paulo Valentim quien siempre le hizo goles, no sólo en la Bombonera sino también en el Monumental, convirtiéndose de esa forma en uno de los grandes ídolos boquenses. Para peor, Amadeo comenzó a dar señales de fragilidad anímica en partidos definitorios lo  cual fue aprovechado por los jugadores de Boca para provocarlo y desmoralizarlo. 
Quien encabezó siempre el hostigamiento hacia Amadeo fue el talentoso Norberto “Beto” Menéndez, secundado principalmente por Sanfilippo (mientras estuvo en Boca) y por Angel Rojas. Parece ser que Menéndez arrastraba problemas personales con Amadeo desde la época que jugaban juntos en River.
El año 1965 comenzó glorioso para los Millonarios, quienes empezaron a cortarse solos en la punta de la tabla. Pero en la fecha 13, con goles de  Ayres Moraes y Pianetti Boca lo derrotó 2 a 1 en el Monumental y se puso a solo 4 puntos. 
Al comienzo de la segunda rueda, River perdió dos partidos consecutivos, Boca lo alcanzó y a partir de allí comenzó una lucha cabeza a cabeza por el campeonato. Quiso el destino que en la antepenúltima fecha tengan que enfrentarse en la Bombonera, partido al cual llegaron empatados en puntos pero pesando en el ánimo de los jugadores de River, la definición del 62 (Roma-Delem), el triunfo de Boca en el Monumental en el 63 (1 a 0, Sanfilippo) y el empate del 64 en el mismo escenario que le dio a Boca el título.
Los jugadores de Boca, comenzaron a presionar y provocar a Amadeo desde el comienzo mismo del partido. En el primer centro llegado al área de River, Amadeo lo descolgó y el “Tanque” Rojas lo cargó con el cuerpo desparramándolo en el área. Menéndez y Rojitas encabezaron las provocaciones y los chamuyos al arquero de River.
Así y todo Boca se fue al entretiempo en desventaja por 1 a 0. Cuenta la historia que Amadeo no quiso salir a disputar el segundo tiempo, pero fue obligado (?) a hacerlo por sus compañeros y por Renato Cesarini, el técnico en esos momentos. Incluso se comentó que en varios momentos del segundo tiempo quiso salir y que Cesarini mandó a preparar a Gatti, pero nunca efectuó el cambio.
A los pocos minutos del segundo tiempo Pianetti con un zapatazo de 30 metros empató el clásico y partir de allí todo fue de Boca. Buscó y buscó por todos lados hasta que, faltando 4 minutos, el “Beto” Menéndez con un zurdazo al primer palo consiguió el segundo gol y el triunfo para Boca que le permitió sacar 2 puntos de ventaja sobre 4 en disputa.
Al finalizar el partido y mientras la hinchada de Boca deliraba adelantando la conquista de un nuevo título, los jugadores se dirigieron al túnel. En esa época faltaban todavía como veinte años para la llegada de las mangas de seguridad y todos entraban al vestuario por el mismo túnel. Fue allí que ocurrió lo impensado. Menéndez lo cargó y provocó a Carrizo en las escaleras, algunos dicen que solo de boquilla, otros que le tocó el culo. Lo cierto es que de cualquiera de las dos maneras, Amadeo se dio vuelta y le propinó una tremenda trompada en pleno rostro a Menéndez que lo tiró al suelo y lo dejó medio nocaut.
Reaccionaron los jugadores de Boca, algunos le pegaron a Amadeo (se mencionó siempre a Silvero y al “Tanque” Rojas), intervinieron los compañeros del arquero, algunos dirigentes, gente que estaba por allí y se armó un tole tole (?) infernal.
Recordemos que Amadeo medía casi 1,90 m y Menéndez no llegaba a 1,70 m. Una herida sangrante quedó en el pómulo del delantero de Boca. Volaron acusaciones de todo calibre entre los jugadores y los dirigentes.
Después de este escándalo la relación Boca-Amadeo siguió igual. Agresiones verbales permanentes hacia el arquero eran moneda corriente en cualquier clásico que se disputara. Fue muy famosa la anécdota que años mas adelante protagonizó Angel Rojas robándole la gorra a Amadeo antes del comienzo de un trágico partido en el Monumental.
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Autor Jorge Claudio Joffrés