lunes, 20 de diciembre de 2010

La gira de Boca por Europa en 1925

El inicio del siglo XX tenía al fútbol en Sudamérica como una mera aventura amateur, de las raíces inglesas habían comenzado a formarse los primeros clubes y el profesionalismo del deporte era apenas un anhelo. La consagración de Uruguay en los Juegos Olímpicos de Paris en 1924 dejó muy bien parado al fútbol sudamericano, allí fue que Boca Juniors aprovechó ese cartel para convertirse un año después en el primer equipo argentino que participó en un torneo internacional.
El proyecto fue acercado al club por Zapater, Isasmendi e Ibáñez, los primeros empresarios del fútbol argentino, que tuvieron en cuenta la popularidad de Boca en el país para probar suerte en el Viejo Continente. La delegación boquense estuvo encabezada por el vicepresidente Adelio Cariboni y el secretario Vicente Decap, y contó con doce jugadores del riñón del club entre los que se destacaban el arquero Américo Tesorieri, el capitán Alfredo Elli y los goleadores Domingo Tarasconi y Antonio Cerrotti. Además se reforzaron con cinco jugadores, entre los que estaban Cesáreo Onzari, figura de Huracán, y Manuel Seoane, quien fuese el goleador de la gira con doce tantos.
Así fue que se embarcaron a Europa el 4 de febrero de 1925 para llegar veintidós días después a España donde afrontaron el primer partido de la gira y derrotaron al Celta de Vigo por 3 a 1. Siguieron su camino en la Madre Patria logrando sucesivas victorias ante el Deportivo La Coruña, Atlético Madrid (foto), Real Madrid y Espanyol de Barcelona, donde atajaba Ricardo Zamora y al que Tarasconi, tras previo aviso, le convirtió un gol desde veinticinco metros.
Boca tenía planeado seguir la gira por Francia cuando finalizara sus compromisos en la Península Ibérica, sin embargo dos derrotas consecutivas ante el Real Unión de Irún y el Athletic Bilbao, hicieron que los organizadores franceses den marcha atrás en su decisión, por lo que el próximo destino no fue París, sino Munich. En Alemania enfrentaron a conjuntos de Berlín, Leipzig y Frankfurt, entre los que se destaca un heroico empate logrado frente al Bayer Munich. 
La buena performance mostrada en tierras teutonas, que le valió a los xeneizes el apodo de “Malabaristas del fútbol”, hizo que los franceses se arrepintieran de haber declinado el amistoso y los convocaron nuevamente para enfrentarse a un combinado de París. En la ciudad luz, Boca cerró la exitosa gira con una contundente victoria por 4 a 2 y con un balance más que positivo donde incluyó quince victorias, un empate y tan sólo tres derrotas.
Un dato curioso es que Boca no estuvo sólo durante la gira, junto al plantel y el cuerpo técnico, que constaba de Tesorieri y Elli al mando del equipo, estaba un escribano acomodado económicamente llamado Victoriano "Toto" Caffarena que colaboró monetariamente pagando su pasaje y el de algunos jugadores y a su vez en la estadía europea por falta de personal especializado, hacía las veces de masajista y utilero. Y hasta formaba con el equipo en la cancha. Allí nació el verdadero Jugador Número 12, al otro lado del Océano Atlántico y treinta años antes de que Alberto Jacinto Armando oficializara ese apodo para la parcialidad Azul y Oro en 1955.
Luego de treinta días en alta mar, el plantel arribó a Buenos Aires el 12 de julio de 1925 y fue aclamado por una multitud que los recibió como héroes. La AFA no se mantuvo al margen y por la exitosa gira denominó al club de La Ribera como Campeón de Honor. Lo cierto es que el emprendimiento fue deficitario económicamente para el club y los empresarios, pero poco sentido tiene eso para el caso, porque la gira del 25’ fue el trampolín al éxito de uno de los clubes más populares del planeta, fue la oportunidad que tuvo el mundo para conocer a Boca Juniors.
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Autor Matías Rodríguez de Fobal2000