jueves, 5 de mayo de 2011

Pernía se dedica al automovilismo al mismo tiempo que es jugador de Boca

Nada para reprocharle a un prócer de la talla del Tano, pero lindo quilombo armó allá por 1978, días después de la gesta ante el Borussia en Alemania. Más precisamente el 27 de agosto, cuando alteró el orden prusiano (?) del Boca de Lorenzo al dar rienda suelta a otra de sus pasiones: el automovilismo.
Amante de los fierros desde siempre en su Tandil natal, Pernía venía para aquel entonces, con cinco años ininterrumpidos sobre el lomo como marcador de punta boquense siempre cumpliendo y, lo más importante, dando todo. Por eso sorprendió un poco su faltazo la tarde del choque frente a Independiente por la fecha 26 del Metro 78. En realidad lo que terminó siendo noticia no fue su ausencia en sí, sino la causa: Pernía no formó parte del primer equipo de Boca porque estaba en Olavarría corriendo Turismo Nacional, clase B. ¿Qué tul?
Semejante escenario obviamente lo puso contra la pared y tuvo que salir a dar explicaciones: “...quiero aclarar que yo no corro por una intención publicitaria ni por hacerme el raro. El automovilismo, para mí, siempre fue una pasión. Hace tiempo que ando entre los fierros, aunque sea esta la primera vez que lo hago oficialmente. Si falté contra Independiente fue porque tenía la autorización del club. Seguramente existió un malentendido, pero de todos modos la situación quedó superada. No volveré a correr oficialmente mientras Boca no me lo autorice...”. No quedó muy claro si hubo permiso o no por parte del club, pero no importa, bancamos a muerte al Tano (?). Lo que sí es sabido, es la promesa del Toto Lorenzo para dejarlo correr si traía la Intercontinental de Alemania, cosa que efectivamente pasó.
Para los hinchas que osaron cuestionarlo, el Tano guardó unas palabritas para dejar bien en claro su profesionalismo: “...me siento jugador de Boca y entro a la cancha a cumplir con mi obligación como lo hice siempre. Dándome entero por mi club, por mis compañeros, y más que nada, por mí...”.
Ayudado por bolsillos generosos entre los que estaban Guillermo Cóppola más algunos empresarios ligados al automovilismo, el Tano se sacó el gusto de correr profesionalmente a bordo de un Fiat Iava 128, mientras el Toto le bancaba el capricho usando a Carlitos Squeo de reemplazo. Y su debut como piloto fue más que promisorio si tenemos en cuenta que largó en el puesto 66 y llegó 22.
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Gracias a Guille de Boca Videos por la colaboración