jueves, 16 de junio de 2011

El presidente de la FIFA visita en persona las instalaciones de Boca Juniors

Cuando se habla de Boca como motivo de orgullo de la República Argentina, muchas veces se lo hace con el corazón en la mano y totalmente enseguecidos (?) por tratar de explicar con palabras algo que cae medio de maduro. Bueno, acá van hechos concretos.
Corría el mes de marzo de 1968 cuando el presidente de la FIFA en persona, Sir Stanley Rous, se dio una vueltita por la Argentina. No vino solo, claro, sino con parte de la plana mayor del máximo estamento del fútbol mundial: el Dr. Kaser (Suiza), el Dr. Courte (Luxemburgo) y el Profesor Andrejevich (Yugoslavia). ¿Motivos? Se estaba siguiendo muy de cerca a la Argentina para ver si podía ser de una vez por todas sede de una Copa del Mundo.
La cosa es que a Stanley Rous y compañía no los llevaron a tomar frío a Núñez. ¿Para qué? El Puma Armando, Cafiero y otros popes boquenses sirvieron entonces de anfitriones junto al interventor de la AFA, Valentín Suárez, y el presidente de la Federación Paraguaya de Fútbol, el coronel Raúl Fernández de Camili.
La comitiva se paseó a primera hora de la jornada por la entonces creciente Ciudad Deportiva. Más tarde se trasladaron a La Candela en San Justo donde, por si faltaba algo para volarle el marulo a los gringos (?), se preparó un brutal asado en el tinglado del gran gimnasio.
La gente de la FIFA quedó literalmente boquiabierta con la infraestructura que peló Boca ante sus narices. Y Sir Stanley Rous no pudo menos que hablar, mientras Argentina quedaba con la asignación del Mundial 1978 abrochadísima: “...ahora, dentro de siete días, cuando regrese a mi casa y modestamente almuerce mi lunch de queso y pan, recordaré a Boca Juniors y a esta maravillosa obra, única en el mundo. Hace cuatro años, después de mi visita, informé que Argentina estaba como para ser sede de un mundial por la enorme importancia de sus clubes. Pero hoy digo que este país, el día que realice un campeonato mundial, con las cosas que estoy viendo, va a estar a la altura de cualquier otro en el mundo...”.
Armando se explayó en detalle sobre el proyecto de avance de las obras de la Ciudad Deportiva, haciendo mención al año 1975 inclusive. La FIFA, sin tener en cuenta los vaivenes económicos del país, vio en Boca una institución modelo que contaba con estadio, complejo deportivo y predio recreativo con futuro estadio: “...Sr. Armando, pienso que si usted maneja sus empresas como maneja este club, sólo tiene una meta posible: el éxito. Y recuerdo una anécdota: había una vez un poderoso rey llamado Canuto, que dominaba a Inglaterra y a quien sugirieron que llevara su trono a la orilla del mar. Cuando lo hizo, y el mar comenzó a crecer y a mojarle las piernas, tuvo que irse. Después de ver la Ciudad Deportiva, acabo de concer a Canuto II, que logró detener las aguas y prolongar su reinado río adentro...”.
En la sobremesa hubo tiempo para que Stanley Rous se maraville con La Candela propiamente dicha y hasta cuente alguna anécdota del por entonces fresquito Inglaterra - Argentina del Mundial 1966. Tuvo que reconocer que en los primeros 20 minutos Inglaterra no pudo pasar mitad de cancha y que Argentina le podría haber ganado tranquilamentre ese partido, con Rattín expulsado y todo.
El cierre de la jornada, un broche contundente, lo dio Valentín Suárez: “...esta obra de Boca no es orgullo del fútbol argentino sino que pertenece al fútbol del mundo...”.
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Gracias a Jorge Joffrés por la colaboración