lunes, 26 de septiembre de 2011

La llegada de Jota Jota López a Boca

“...River pasó, fue una etapa inolvidable pero pasó, Yo soy de River y voy a seguir siéndolo, pero en realidad siempre me maté más por el fútbol en sí que por River. Ojo, estoy hablando de cuando era pibe. Siempre me gustó más jugar que ir a ver. Mi viejo sí, mi viejo era fana de River en serio...”.
Calculamos entonces flor de disgusto en aquel verano de 1983 para el pobre señor López padre. Su hijo Juan José, en un pase relámpago, se calzó la azul y oro y conmocionó las primeras planas del fútbol argentino. El arribo, procedente de Talleres, seguramente hizo las veces de puñal dada su identificación absoluta con River. Y como si fuera poco, hay que sumarle su paseo a mediados de febrero por una playa de Mar del Plata con la camiseta de Boca puesta. Glorioso. 
Sin embargo nuestro protagonista trató de cesetear un poco y aminorar el brutal impacto: “...juro que hasta ahora ni una sola persona me ha dicho algo que me pudiera doler. Los de River me muestran afecto, me dicen “qué lastima que te fuiste”. Los de Boca me paran y me dicen “con vos somos campeones Negro”. A veces tienen que pasar estas cosas para saber que uno se ha ganado un respeto...”. Declaraciones dudosas si tenemos en cuenta que en la noche de su debut para Boca, frente a River el sábado 26 de febrero de 1983 en Mar del Plata, su ingreso por el Chino Benítez a los 10 del segundo tiempo fue algo chiflado por la tribuna riverplatense del Minella. Pero sigamos.
En su primera nota como figura xeneize, a Jota Jota se le escapó una especie de bomba. Que su traspaso a Boca había estado a punto de darse un año antes: “...el año pasado elegí Talleres porque no me sentía preparado mentalmente para el compromiso que significa Boca y además no estaba convencido de mi recuperación física. Y me fui a Córdoba porque Labruna y Nucetelli me dijeron que me podían esperar...”.
Sin pelos en la lengua también dio a entender que su estadía en Boca lo agarraba justo en un momento físico óptimo: “...por suerte ahora puede decir que estoy mucho mejor que hace tres años. Mi primeros problemas de cintura comenzaron en el 77 y se pensaba que era lumbalgia. Pero no era el verdadero problema y se fue agravando. Me operé y ahora estoy en condiciones de hacer cualquier cosa. Antes de la operación me costaba hasta patear al arco...”.
También contó los detalles de su llegada a Boca, mientras descaradamente sacaba un cigarrillo en la orilla del mar: “...el pase se hizo en cuatro horas. El lunes 21 Carmelo habló con Mostaza acá en Mar del Plata y le preguntó donde podía encontrarme. Mostaza le dijo, a la mañana siguiente volvió a Buenos Aires y me lo contó. Lo llamé a Cóppola, le dije que se comunicara con la gente de Boca y me fui a Sunset. Un poco después del mediodía Cóppola me llamó, fui al Banco Federal de ahí a la oficina de Heller y firmé...”.
Si le faltaba algo al señor López padre para tal vez sentirse deshonrado, calculamos que fue el recibimiento del Jugador Nro. 12 con los brazos abiertos a su hijo. Un hit de aquellos tiempos sin dudas fue el “...teque teque, toca toca, esta hinchada está reloca, al que no le guste Jota Jota, que me chupe las pelotas...”. Cántico que un grupo de hinchas de Boca cantó ahí mismo a orillas del mar. 
A continuación, el Negro reconoció haber sido recibido muy bien en el mundo Boca: “...acá en Boca me recibieron bárbaro. Yo no hago elogios por hacer. El año pasado en Talleres me costó adaptarme pero en cambio esta vez me resultó fácil. Amigos no tengo, a todos los conozco de la cancha o de vernos alguna vez, salvo el caso de Gatti con quien tenía más relación. Pero ya me siento muy bien...”.
Y para el final confesó lo especial de la camiseta de Boca, mientras se preparaba para la noche del estreno: “...debutar contra River con esta camiseta va a ser especial. El año pasado con la de Talleres no sentí nada, pero con la de Boca...”.
Sin embargo tras el debut y triunfo por 2-1 sobre River, Jota Jota se liberó bastante y mostró una faceta bastante más picante a la hora de hablar: “...estoy agradecido. Me jugaron siempre la pelota el pie, como me sirve más. A la gente de River la verdad no la escuché, estaba bastante nervioso y traté de concentrarme... cuando Berta hizo el gol se me cruzó todo, pero enseguida me di cuenta que eso me iba a ayudar, que estando en ventaja se me simplificaban las cosas... el Chino me abrazó cuando lo reemplacé y no me sorprende ya que me recibieron bárbaro. ¿Si le hacía un gol a River? El gol es lo más grande que tiene el fútbol. Lo gritaba...”. 
Juan José López jugó 38 partidos oficiales e hizo 6 goles con la azul y oro. Uno a Unión en Santa Fe que fue un golazo. Estuvo apenas un año pero dejó un grato recuerdo en el hincha de Boca. Al punto de ser nuevamente ovacionado 28 años después en plena Bombonera y sin necesidad de estar presente.