jueves, 22 de septiembre de 2011

Palmeiras y Boca juegan el último partido en el Parque Antarctica antes de su demolición

La verdad, un gesto de mucha grandeza por parte del Palmeiras levantar el teléfono (?) e invitar a Boca a jugar un amistoso para que sea el último partido disputado en su estadio Palestra Italia, más conocido como Parque Antarctica, antes de tirarlo abajo pre-reforma Brasil 2014. Un gesto que habla muy bien de la jerarquía que representa Boca, pero que habla mucho mejor de los paulistas que no tuvieron ningún complejo en convocar a su verdugo en las Libertadores 2000 y 2001.
Así que el 9 de julio de 2010, mientras el mundo se comía las uñas por saber si Holanda o España ganarían un mundial de una buena vez por todas, Boca visitó al Verdao de Felipe Scolari pero que a las claras no era aquel cuco de comienzos de década. Su décima posición en el Brasileirao era más que elocuente. Pero ojo. Mal que nos pese, Boca tampoco era el mismo. Ni por las tapas.
Con el estreno absoluto de Claudio Borghi como DT, los carrileros y la bendita línea de tres como sistema táctico, el xeneize andaba por aquel entonces tratando de ponerse de pie luego de un comienzo de año desastroso y varias tamporadas fuera de la pelea grande.
Desde el pitazo inicial Boca se mostró más seguro y firme. Pasó algunos sofocones, es cierto, pero los recién llegados Cellay e Insaurralde no se anduvieron con vueltas y reventaron varias pelotas a la tribuna. Así que el trámite estuvo siempre bajo control gracias a varios minutos de posesión de pelota. Y mucho más después de los goles convertidos por Viatri y Chiquito Muñoz, ambos en el primer tiempo y tras segundas jugadas luego de envíos con pelota parada. Resultado final, triunfo por 2-0.
La formación que arrancó el partido fue Lucchetti, Muñoz, Cellay, Insaurralde, Marín, Jesús Méndez, Pichi Erbes, Monzón, el Chelito Cañete, Mouche y Lucas Viatri. Aunque en el segundo tiempo entraron una banda de pibes como Nicolás González, Araujo, Colazo y Nico Blandi, más Javi García que estaba siendo evaluado muy detenidamente por Borghi.
La jornada terminó a pura emoción del lado de los locales y convirtiéndose en un muy auspicioso arranque de ciclo, que tres meses más tarde terminó a los tumbos y sin brújula.
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Gracias a kavanagh por la colaboración