“...quería mezclar mi actividad en la compañía de seguros Cardinal, donde soy vicepresidente, con la de socio de una agencia de Prode. Por eso cuando mi amigo y asesor financiero, Héctor D’Angiola, me ineteresó en el asunto acepté enseguida. Además de nosotros también integran la sociedad el comisario inspector (R) Juan Carlos Bergonzi, el inspector (R) Antonio Di Tomaso y el que fuera gran corredor de autos, Tadeo Taddía. El presidente del directorio es el doctor Eduardo Acevedo...”
Así de clarito, con lujos de detalles, Antonio Roma contaba a quien quisiera escucharlo su incursióin en el mundo de los negocios. Más precisamente abriendo una agencia de Prode, Sportmundo S.A., cita en Lavalle 734, Ciudad de Buenos Aires. Para los quinieleros, dicha agencia era la 35.503. Si pegan algo, repartan (?).
El día de la inaguración, Lavalle 734 fue un pandemonio. Y no por los Bergonzi, Cardinal o D’Angiola. La cosa era que en vivo y en directo Tarzán, prolijamente trajeado, te perforaba la tarjeta y hasta se animaba a tirar pálpitos sobre los partidos que conformaban la jugada.
Las tarjetas se agotaron y las míticas manos de Roma, las mismas que le atajaron el penal a Delem en diciembre de 1962, se encargaron de saludar a uno por uno de los presentes. Y pese al gentío, siempre se mostró bien predispuesto a atender a todos, prensa incluida: “...apenas abrimos esto fue un aluvión de gente porque todos querían que yo perforara las tarjetas. Y me tuve que poner detrás del mostrador y atender a los apostadores. Muchos me pdeían un pronóstico y espero haber acertado algunos. Tuvimos tanto éxito que a las pocas horas se acabaron las cuatro mil tarjetas y tuvimos que cerrar las puertas. Lo malo es que con tanta gente nos olvidamos de tomar una copa con los amigos...”.
.
Gracias al Coleccionista de Boca por la colaboración
