El 9 de diciembre de 1962 Antonio Roma le detiene el inolvidable penal al brasileño Delem y deja a Boca aun paso del título. Siete días después, en la mismísima Bombonera, el equipo xeneize golea por 4 a 0 a EDLP y consigue el título largamente festejado y esperado (desde 1954). Festejos interminables, euforia total y una gran felicidad invade a todo el mundo boquense. Pocos días después el presidente de Boca, el gran Alberto J. Armando, conmociona al mundo futbolístico con una noticia impactante: el club decide premiar al plantel profesional campeón con…¡¡¡ un auto Ford Falcon 0KM!!! para cada uno de ellos.
Por esos años
no se acostumbraba, ni se soñaba, premiar a los futbolistas de un club con un
premio tan generoso. Lo normal era algún pequeño premio en efectivo y nada mas.
La decisión del club boquense provoca un
amplio debate en todos los niveles de la sociedad. Las voces críticas de
periodistas, empresarios, dirigentes de otros clubes y público en general se
hacen oír fuertemente y , en su gran mayoría, consideran improcedente y hasta
inmoral la entrega de dicho premio.
La prestigiosa
revista “EL Gráfico” presentó una encuesta titulada “Es justo regalar un coche
a un jugador por ganar un campeonato ¿SI o NO?” a la cual dedicó cuatro
páginas. Junto al título coloca tres afirmaciones, que queda a criterio de cada uno como
interpretarlas.
1) el
futbolista es un profesional y como tal cobra.
2) un empleado
u obrero también lo es y no cobra.
3) los
hospitales no tienen fondos.
En ella se
pudo conocer la opinión de un jugador boquense: Silvio Marzolini; una actriz y
vedette: Libertad Leblanc; un periodista: Hugo Guerrero Marthineiz; Carlos J.
García: director del hospital de niños; Jorge Lucangioli: director de una
escuela y otro Carlos García: pianista y asesor de Radio Municipal.
Las respuestas
fueron muy variadas. Algunos, como Silvio, Leblanc y el director del hospital
consideraron justa la decisión mientras el resto estuvo en contra. Quiso
conocerse también la opinión del rector de la UBA pero éste se negó amablemente
respondiendo que era un tema “..muy poco relacionado con al universidad”.
¿quién pagó
esos autos? Las versiones más creíbles dijeron que: parte la fábrica Ford
entregándolos a un precio muy muy conveniente pensando en la promoción que
sería para la empresa ese premio, parte el club Boca Juniors y otra parte
Armando de su propio bolsillo.
La frutilla
del postre vino unos días después cuando un jugador de river, manteniendo el
anonimato declaró: “ …perdimos el
campeonato por no tener plata. Si a mi me ofrecen un Falcon por ganar un
partido, dejo “todo” en la cancha”.
Otra historia
más de las tantas a las que nos tuvo acostumbrado Armando.
AUTOR: "EL PROFE" JORGE C. JOFFRES