sábado, 20 de diciembre de 2008

Barijho vs "Pipa" Estévez



Sucedió a las 10 de la mañana del 7 de octubre de 2003, cuando los titulares estaban en el gimnasio. Los suplentes, en tanto, hacían ejercicios futbolísticos en una de las canchas de Casa Amarilla. Hasta allí no pasaba nada especial. En una de esas jugadas normales, Estévez tenía la pelota dominada, pero de repente sintió una entrada muy fuerte de Barijho: le pegó con sus piernas desde atrás.El "Pipa", desestabilizado por una infracción que en un partido oficial habría derivado en una segura expulsión, no pudo evitar su caída. Y mientras se desplomaba, movió sus manos hacia atrás en un gesto instintivo, como para amortiguar su inminente derrumbe al césped. Fue así que, sin intención, tuvo la mala suerte de pegarle a Barijho en el rostro."¿Qué te pasa?", le recriminó Barijho (fanático y ex futbolista de Huracán), desafiante. "¿Qué te pasa a vos?", le replicó Estévez (hincha y ex jugador de San Lorenzo), todo un temerario. No fue, claro, la mejor respuesta: al segundo siguiente, Barijho sacó un cruzado de derecha que dio en el oído izquierdo de Estévez."El Chipi" siguió con su combinación de golpes: pegó un gancho de izquierda que alcanzó a impactar en la espalda de su rival. La tercera y última trompada fue un directo de derecha que volvió a dar en la espalda de Estévez, quien recibió tres piñas y no pegó ninguna, pero que esta vez evitó caerse de nuevo al piso.Y si no era por Diego Crosa, la pelea habría continuado. El defensor los separó cuando Barijho parecía querer continuar su agresión. El preparador físico, Julio Santella, suspendió de inmediato el ejercicio futbolístico y dispuso que todos los jugadores se fueran a trotar alrededor de la cancha. Estévez partió directo al vestuario, y lo curioso fue que Barijho siguió practicando como si nada.Carlos Bianchi estaba a 90 metros del lugar, en el otro arco, pateándoles a los arqueros Wilfredo Caballero y Cristian Muñoz. Es decir, no vio el incidente y recién se enteró cuando Estévez ya se había ido de la cancha. Pero, ya en la soledad del vestuario, el técnico habló del tema con los dos.Luego, Barijho y Estévez se fueron de Casa Amarilla sin hablar con el periodismo. No había mucho para decir después de semejante papelón.