Todo bien con que el Milan demostró su amistad hacia Boca por el pase de un jugador regalándole un juego de camisetas. Un buen gesto digno de un aplauso. Pero de ahí a usarlas en forma oficial ya es demasiado.
En el año 1963 el xeneize jugaba por primera vez la Copa Libertadores. Durante el primer tiempo del partido contra la Universidad de Chile en la Bombonera, y por la similtud de colores, Boca decidió usar la camiseta del Milan. Y para ser sinceros, fueron cuarenta y cinco minutos muy malos, en los que aseguran que Tarzán Roma tuvo que esforzarse para mantener el cero en su arco y Rattín (foto 1) transpirar mucho más de lo habitual.
En el entretiempo alguien dio la orden y las casacas rossoneras fueron archivadas para darle lugar a unas amarillas con las que Boca salió a la cancha e hizo el gol de la victoria para el 1-0 final.
Evidentemente no las tiraron y fueron religiosamente guardadas para ser usadas por lo menos en forma informal y en entrenamientos (fotos 2 y 3).
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(Muchas gracias a Miguel Sarfson por la foto del partido)
