La empresa de maquinarias y cosechadoras de campo Dekalb tuvo un fugaz y desapercibido paso por Boca. La realidad es que quedó la sensación de que eligió la peor temporada para semejante inversión. Un Boca en huelga, sin cancha y lleno de juveniles dando la cara y peleando los últimos puestos del Metropolitano 1984 no ofrecían el mejor escenario. No hay relación directa entre la infinidad de goleadas y contratiempos sufridos en esa temporada y la llegada de Dekalb a la azul y oro. Pero es inevitable asociar la marca a una época que es mejor olvidar.