La foto es un documento histórico y corresponde al 6 de diciembre de 1981 en cancha de Vélez. Gatti sentado en el banco de suplentes de Boca. Un hecho que jamás le había tocado vivir en su carrera salvo al principio con Amadeo Carrizo en River.
Tras comenzar como titular del arco de Boca en ese Nacional 81, algunas actuaciones dubitativas y tres derrotas consecutivas con Atlético Tucumán, River e Instituto decidieron a Marzolini a poner en el arco a la Pantera Rodriguez. Decisión que provocó que Gatti, fiel a su forma de ser, agarrara el bolsito, le dejara a Rigante el buzo número 12 y se dedicara a tomar sol (?).
En aquellos turbulentos días, donde incluso Diego amenazó retirarse del fútbol, Marzolini tuvo que ser internado por un problema cardíaco siendo reemplazado por Horacio Bongiovanni, quien por las dudas no se animó a tocar nada y dejó a Rodriguez en el arco, Rigante en el banco y a Gatti en La Candela.
Pero la lesión de Rigante previo a la llave con Velez por los cuartos de final presentó un escenario impensado para la vuelta de Marzolini. Ir a buscar a Gatti y comunicarle que tenía que ser suplente. También cabía la posibilidad que de la nada le devolciera la titularidad en el momento más caliente del torneo, como había hecho en el Metropolitano obtenido meses antes. Pero ocurrió lo primero. Y así vimos a Gatti sentado en el banco ante Vélez en la batalla de La Boca y en lo que terminó siendo eliminación en Liniers. Sin planteos ni indirectas. Mirando la floja actuación de la Pantera y seguramente pensando para sus adentros que seguía siendo el mejor arquero.