domingo, 28 de diciembre de 2008

Fernando "Rifle" Pandolfi


Es indudable que algunos jugadores no pueden echarle la culpa a su falta de condiciones para justificar su pobre paso por Boca. Y en tren de buscar causas, podemos ayudar a dar con la respuesta aportando otros motivos como cierta desidia, la falta de hambre de gloria o un compromiso bastante bajo para con la camiseta por la que cobran un sueldo para defender.
Y no es que se quieran cargar las tintas sobre Fernando Daniel Pandolfi, pero es llamativo que no haya compañero o técnico que no declare que el “Rifle” era un crack con la bocha en los pies. Y un dotado para la media distancia con pelota detenida.
Todo esto, más su impactante paso por Vélez y una transferencia al Peruggia de Italia, hicieron ver por un instante, que la llegada de Pandolfi a Boca era un boom.
Arribó a mediados de 2000 y su debut fue el 9 de agosto cuando por la primera fase de la Copa Mercosur, Boca despachó al Corinthians en la Bombonera por 3-0. Esa noche, ingresó en el entretiempo reemplazando a Chipi Barijho.
En su primer partido entero, tuvo su rato de gloria. Fue el 13 de septiembre cuando por esa misma Mercosur, le clavó tres goles a Olimpia de Paraguay en La Boca. El de tiro libre, golazo (foto). Esa noche, daba toda la sensación de que el “Rifle” podía dejar huella en el xeneize. Pero su personalidad, bastante fría y apática, le jugó en contra. Lo que realmente transmitía era casi una falta de ganas para jugar al fútbol.
Con esta panorama, no extrañó a nadie que no pueda de ganarse un lugar como titular y no pasara de alternar minutos en el campeonato local y ser fija en los mulettos con que Bianchi planchaba a las competencias que no eran prioritarias.
En total jugó 23 partidos e hizo 5 goles. Bastante recordado, el de atropellada en el último minuto contra Oriente Petrolero en Bolivia, para asegurar el pase a octavos de la Libertadores 2001.
Tras su única temporada en el club, su carrera (que había comenzado en Vélez y el Peruggia) siguió nuevamente en Vélez, donde completó su tercer ciclo en Liniers.
Ya retirado se dedicó al rock y a minutos en radio como periodista deportivo.