domingo, 28 de diciembre de 2008

Hernán "Tota" Medina


Hay muchas veces que más allá del flojo rendimiento de un jugador, el problema radica en las expectativas que se posan sobre él. Y, sobre todo, en las responsabilidades que se le tiran por la cabeza al ingresar al mundo Boca.
Y este podría ser el caso de Hernán Esteban Medina, que más allá de ser un marcador central fuerte y bastante desordenado, la mochila de venir como el reemplazante de Walter Samuel le pesó un par de toneladas. Y en los hinchas, las comparaciones, aunque sean odiosas, empezaron a ser inevitables.
Arribó al club a mediados de 2000, tratando de llenar el hueco que dejó la venta de Samuel de cara a la final con el Real Madrid por la Intercontinental. Aunque vale aclarar que a la fecha del choque con los Galácticos en Japón, la Tota ya había perdido totalmente su chance de jugarla.
Debutó oficialmente el 2 de agosto en el 1-0 sobre Olimpia de Paraguay en el Defensores del Chaco por la primera fase de la Mercosur 2000 (foto). Fue la noche que Boca vistió de gris por primera vez y la niebla no dejó ver el gol de Battaglia.
En ese semestre, su único en el club, jugó 15 partidos e hizo 1 gol. Fue el 18 de octubre a Nacional de Montevideo en un 3-3 jugado en el Centenario por esa misma Mercosur y gracias a un potente tiro libre de rastrón a los quince del primer tiempo.
Su despedida, bastante acorde a su paso por Boca, fue la noche del 6 de diciembre cuando Boca, tras ganar la Intercontinental, cayó 0-3 con Independiente en Avellaneda y puso en riesgo la obtención de ese Apertura. Ingresó por Faggiani cerca del final para ser testigo presencial de los últimos dos goles del Rojo.
Su carrera, que había dado comienzo en Belgrano de Córdoba, siguió en el AEK Atenas de Grecia, el FC Loryent de Francia, Olimpo de Bahía Blanca, Alumni de Villa María, San José de Oruro Bolivia, Estudiantes de Río IV y Deportivo Maipú de Mendoza.