La historia de Miguel Eduardo Caneo con la camiseta azul y oro fue de mayor a menor. Se fue apagando de a poco.
Volante ofensivo surgido de las inferiores, debutó oficialmente el 20 de febrero de 2003 la noche que Boca le ganó a Independiente de Medellín por la primera fase de la Libertadores. Esa dramática noche en la que "Pato" Abondanzieri atajó un penal cerca del final y salvó las papas, el rionegrino completó sus primeros 90 minutos en un nivel aceptable.
Tras cartón, mostró un nivel interesante. Algo livianito para bancarse ser el enganche de Boca, pero con una buena técnica.
Luego de una lesión le costó un perú acercarse al nivel que había insinuado y empezó a mostrar cierta veta calesitera sin ningún tipo de desequilibrio de tres cuartos de cancha rival para adelante.
Sin embargo, el Virrey lo defendió a capa y espada. De hecho el técnico llegó a pelearse con un plateísta de la preferencial una tarde que Boca enfrentaba a Independiente por el Apertura 2003. En realidad no se peleó. Lo echó y le dijo que se vaya a la casa si no le gustaba Caneo. Se ve que el plateista algo de razón tendría porque a los veinte del segundo tiempo, Miguelito fue reemplazado por Cángele. Bue....
En total jugó 33 partido e hizo sólo 2 goles.
En total jugó 33 partido e hizo sólo 2 goles.
Su carrera continuó en Quilmes, Godoy Cruz, Colo Colo de Chile y Boyacá Chicó FC de Colombia.