La foto no está puesta al azar. Simboliza , tal vez,el momento más feliz de Gabriel Amato en Boca. Y para todos los que ya están rememorando las cataratas de puteadas al “Gaby”, les pedimos que recuerden que hubo un momento de esperanza en Amato. Obviamente fue antes de debutar. Cuando se cerró la operación y el marplatense venía dispuesto a comerse los chicos crudos.
A la hora de los bifes la cosa se puso bastante más jodida. Pero vayamos despacio. Debutó oficialmente el 1 de septiembre de 1991 en cancha de Vélez. Fue 0-0 aburrido con San Lorenzo y en esa primera fecha del Apertura, todo el mundo Boca trataba de ponerse de pie luego del nocaut de las finales perdidas ante Ñuls.
Empezaron a pasar las fechas y no sólo River se escapaba en la punta, sino que Gabriel Omar dejaba bastante que desear. Y eso sin mencionar que le costaba un huevo y medio quedar en situación de gol. Y ni hablar de hacerlos. Supuestamente era un nueve potente y a eso había venido. A meter la pelotita en el arco contrario. Pero Amato, extrañamente, hacía las veces de delantero por afuera.
Jugó en total 33 partidos e hizo sólo 2 goles. A Mandiyú y a Huracán en la Bombonera por ese Apertura. Números más que contundentes.
Más recordado por usar pelo largo, calzas y vinchitas que por asistencias o jugadas claves, Amato terminó esa temporada 1991/92 y tuvo que irse.
El ex Gimnasia de La Plata, tras su fallido paso con la azul y oro, siguió su carrera en Independiente, Huracán, River, Banfield, Aldosivi, Rangers de Escocia, Gremio de Brasil y Hércules, Real Mallorca, Betis, Levante y Albacete, todos de España. Ya retirado, pudo vérselo jugando al Showbol junto a Diego.
A la hora de los bifes la cosa se puso bastante más jodida. Pero vayamos despacio. Debutó oficialmente el 1 de septiembre de 1991 en cancha de Vélez. Fue 0-0 aburrido con San Lorenzo y en esa primera fecha del Apertura, todo el mundo Boca trataba de ponerse de pie luego del nocaut de las finales perdidas ante Ñuls.
Empezaron a pasar las fechas y no sólo River se escapaba en la punta, sino que Gabriel Omar dejaba bastante que desear. Y eso sin mencionar que le costaba un huevo y medio quedar en situación de gol. Y ni hablar de hacerlos. Supuestamente era un nueve potente y a eso había venido. A meter la pelotita en el arco contrario. Pero Amato, extrañamente, hacía las veces de delantero por afuera.
Jugó en total 33 partidos e hizo sólo 2 goles. A Mandiyú y a Huracán en la Bombonera por ese Apertura. Números más que contundentes.
Más recordado por usar pelo largo, calzas y vinchitas que por asistencias o jugadas claves, Amato terminó esa temporada 1991/92 y tuvo que irse.
El ex Gimnasia de La Plata, tras su fallido paso con la azul y oro, siguió su carrera en Independiente, Huracán, River, Banfield, Aldosivi, Rangers de Escocia, Gremio de Brasil y Hércules, Real Mallorca, Betis, Levante y Albacete, todos de España. Ya retirado, pudo vérselo jugando al Showbol junto a Diego.