A principios 2004 arribaba a nuestro país Yao Li. Pero este muchacho de origen chino no vino de compras. Ni siquiera vino a pasear por la Patagonia. El muy caradura llegaba con toda la intención de convertirse en jugador profesional de Boca.
El volante asiático, de 26 años y proveniente del Dalian Shide, no anduvo con vueltas y mostró mucha velocidad. Pero con la lengua: “...la idea es demostrar mis condiciones y aprender de los argentinos”.
Cuando los periodistas le acercaban un micrófono, Yao Li se hacía entender gracias a su traductor. En su segundo día en el país viajó a Tandil en el Flechabus junto al plantel para hacer la pretemporada. La cosa venía a una velocidad de locos.
La operación, obviamente fue una idea de Macri, quien tras el porrazo con Takahara, no bajaba los brazos en su idea de conquistar los mercados asiáticos.
El zurdo iba estar seis meses a prueba para ver si convencía a un Carlos Bianchi que no sólo no la había pedido sino que se lo quería sacar de encima cuanto antes. Y a las pruebas nos remitimos. El Virrey le preparó un doble turno con Santella durante una semana. Y el chino, literalmente, se rompió. Todo contracturado no podía ni siquiera caminar y tuvo que abandonar la pretemporada a los pocos días de empezarla. Menos mal...
El volante asiático, de 26 años y proveniente del Dalian Shide, no anduvo con vueltas y mostró mucha velocidad. Pero con la lengua: “...la idea es demostrar mis condiciones y aprender de los argentinos”.
Cuando los periodistas le acercaban un micrófono, Yao Li se hacía entender gracias a su traductor. En su segundo día en el país viajó a Tandil en el Flechabus junto al plantel para hacer la pretemporada. La cosa venía a una velocidad de locos.
La operación, obviamente fue una idea de Macri, quien tras el porrazo con Takahara, no bajaba los brazos en su idea de conquistar los mercados asiáticos.
El zurdo iba estar seis meses a prueba para ver si convencía a un Carlos Bianchi que no sólo no la había pedido sino que se lo quería sacar de encima cuanto antes. Y a las pruebas nos remitimos. El Virrey le preparó un doble turno con Santella durante una semana. Y el chino, literalmente, se rompió. Todo contracturado no podía ni siquiera caminar y tuvo que abandonar la pretemporada a los pocos días de empezarla. Menos mal...