Con la obtención del Metro 1981 todavía calentita, Boca se embarcó a los diez días en una gira por el mundo. Ma que pretemporada ni pretemporada, la idea era juntar todo el efectivo posible para soñar con la quimera de que Diego siga en Boca un año más.
El primer choque fue el 27 de agosto contra un Neza de México que puso 60.000 dólares para recibir al xeneize en la inauguración de su nuevo estadio José López Portillo.
Entonces el plantel arribó a la ciudad de Nezahualcoyotl y ya desde el vamos hubo anomalías. Porque a último momento, con las bajas de Brindisi y Gareca, el plantel se vio reducido a 14 jugadores. Por ese motivo, Hugo Gatti integró el banco de suplentes con la camiseta número 16 en la espalda.
Pero lo peor fue que el estadio se vio desbordado de una manera alevosa. Con capacidad para 35.000 personas, a la hora del comienzo del amistoso, había 50.000 hinchas en la tribuna. Como quedaba gente afuera, no tuvieron mejor idea que abrir los portones y meter a 5.000 personas más bordeando el campo de juego. Una locura.
La preocupacion de los jugadores de Boca era tal que Pasucci le preguntó al árbitro, mitad en broma mitad en serio, "¿qué pasa acá si meto una pierna fuerte?".El primer tiempo pasó sin pena ni gloria. Y antes de comenzar los segundos cuarente y cinco, el juez llamó a Hugo Perotti, el capitán de Boca, y le advitió de cómo venía la mano: "...cuando falten 5 minutos voy a dar por terminado el partido. Cuando lo haga, ustedes corran y se meten rápido en el vestuario. Es lo mejor para todos...".
A los 17 del complemento, los mexicanos se pusieron 1-0 y el estadio era una fiesta. Pero el empate de "Pichi" Escudero faltando 15 minutos fue un baldazo de agua congelada y el clima se puso bastante más tenso. Es que al no haber lugar ni para sacar un lateral, realmente faltaba una chispa para que estallara todo.
Sospechosamente, Boca erró tres goles insólitos en esos últimos minutos. Y el árbitro, por las dudas, cumplió a rajatabla su promesa. Con el inesperado pitazo final antes de tiempo, los jugadores xeneizes corrieron y se refugiaron en el vestuario. Cuando los hinchas locales invadieron el campo de juego, ya era tarde. Por suerte.
Los once que mandó Marzolini al muere esa tarde fueron: "Pantera" Rodriguez en el arco. Suárez, Pasucci, Mouzo y Córdoba abajo. Benítez, Quiroz y Trobbiani en el medio. Y Escudero, Morete y Perotti arriba.