El “Zurdo” López desembarcó a la dirección técnica de Boca en la mitad del Metro 1983. Llegó tras la renuncia de Carmelo Faraone y el interinato por una fecha de Ernesto Grillo. Su debut fue el 25 de septiembre y con goleada incluida. Un 4-0 a Instituto haciendo de local en cancha de Atlanta.
Su arranque fue bastante prometedor. Algo más preocupado en el arco de Gatti que en el de enfrente, tras el triunfo ante La Gloria, se empató con San Lorenzo y se le ganó una noche a River 1-0 en Liniers con gol de Berta. Su futuro parecía ser prometedor, pero...
La irregularidad se hizo moneda corriente y ese Boca del “Zurdo” López pasó a ser una caja de pandora. Saltaba de derrotas increíbles (como el 0-5 con Nueva Chicago y un 0-3 con Temperley en cancha de Atlanta) a meterle cinco goles a Talleres. Un equipo impredecible y desequilibrado de punta a punta.
Tras finalizar séptimo en ese campeonato, se fue 1983 y llegó un 1984 que se convirtió pronto en un tobogán cuesta abajo que se llevó puesto al técnico y también a jugadores y dirigentes.
El primer mazazo fue quedar eliminado en primera fase del Nacional en un grupo bastante accesible (Ñuls, Talleres y Ferro de General Pico La Pampa). En el Metro la cosa se puso bastante más heavy. Luego de no ganar ninguno de sus primeros cinco partidos, el “Zurdo” se las tomó el 6 de mayo luego de perder 0-2 con Talleres en Córdoba por la sexta fecha.
En total dirigió 30 partidos. Ganó 10, empató 9 y perdió 11. Y su Boca hizo y recibió la misma cantidad de goles: 44.