lunes, 8 de junio de 2009

La cábala del talco entre Coco Basile y Panadero Díaz


Cuando Bilardo prohibió al Mono usar buzos de color verde, los hinchas de Boca creíamos haber visto todo respecto al tema cábalas. Pero no. Diez años después, llegó otro técnico que redobló la apuesta y no sólo no se avergonzaba de ser cabulero, sino que practicaba las suyas a la vista de todos y en pleno partido.
El Coco Basile ya había probado cambiar de camisas, pero decidió no andar con vueltas y patentó una forma medio dudosa de espantar a la mala suerte.
Su ayudante, el Panadero Díaz tenía que tener la mano izquierda dentro del bolsillo de su pantalón lleno de talco. La técnica consistía en apretar y palpar constantemente el talco cada vez que los rivales se acercaban al área de Boca. Si la cosa se ponía más complicada, el procedimiento era acompañado por un especie de rezo: “...saque si quiere ganar...saque si quiere ganar...” repetía el Panadero cada vez que cascoteaban a Pato Abondanzzieri.
Pero no terminaba ahí la cuestión. Si Boca llegaba al gol, el Panadero tenía que sacar su mano entalcada del bolsillo y palmear en la espalda al Coco para dejarlo manchado. Supuestamente, manchado de buena suerte.
Al principio fue muy criticado. Luego fue tomado medio a risa, pero al final, al compás de las buenas actuaciones, los triunfos y, sobre todo, las vueltas olímpicas, nadie se atrevió a hablar mal de la cábala del talco.
Y a la luz de los resultados, se convirtió en indestructible ya que Boca ganó todo lo que jugó. De la mano de un muy buen plantel, un muy buen cuerpo técnico y, por que no, una muy buena cábala.