domingo, 14 de marzo de 2010

Ojos bien cerrados (I)

Esta nueva sección, como su nombre lo indica, fue pensada para ser vivida intensamente (?). Eso sí, la única condición es cerrar los ojos bien cerrados y escuchar. Pero hagan la prueba en serio eh. Play, volumen casi al mango y vean qué pasa.
La idea es que, más allá de gustar mucho o poco el relator de turno, se pueda viajar en el tiempo y recordar lo vivido durante esos pocos segundos. Estamos hablando de experimentar otra vez nervios, desahogos, explosiones (?), avalanchas, patadas voladoras a puertas, revoleo de camisetas, agarrada de genitales hacia la tribuna rival o abrazos a hermanos, amigos, desconocidos, radios o televisores. ¿Y lágrimas en los ojos? Es probable. Y a mucha honra carajo.
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24 de mayo de 2000, Copa Libertadores. Palermo a River por Víctor Hugo Morales.