Amigos del blog: en la vida uno va pasando y ve gente de todo tipo. Ve personas crecer, desarrollarse y también desaparecer, entre otros verbos.
Cuando adolescente a través de un grupo de amigos, conocí a un colorado que decía que jugaba al fútbol y era de la escuela de Griffa. Y lo mas increíble era escucharlo: “...ya me vas a ver triunfar en Boca...”. Petiso, pelirrojo, básicamente un cuadrado de 1,70 de estatura promedio, una heladerita sin freezer. Probé en llevarlo a jugar a mi equipo mientras el pase de Ñuls a Boca se cerraba por problemas entre los clubes y algún representante (?). Se presentaba como un volante derecho con mucha fuerza y técnica, tácticamente ordenado. Fue reemplazado varias veces por no cumplir las expectativas…
Yo, pensando que decía que era jugador de fútbol, que era todo un verso para levantarse alguna minita, lo dejé correr. Y en rueda de amigos cuando salía el tema de este pibe, mi afirmación era “...no puede jugar no solo en Boca, no puede jugar ni con autitos de colección...”. Que equivocado estaba. Dios mio. Griffa, Macri y todos sus negociados (?) estaban por darme una sorpresita.
Un partido de reserva en un Boca - River (el del nucazo de Guerra), fijo bien la vista en un número 8 que hacía agua por todos lados. Afino un poco mas la visión y digo “...no, me están jodiendo, ¿donde están las cámaras?...”. Sí señor. Empecá ahí nomás a comentarle a mi tío que estaba conmigo en Socios, que ese Colorado que la gente insultaba por burro era ni más ni menos que Ariel Knuttsen.
Mi asombro fue compartido en alguna reunión de este grupo de amigos que esperaba verlo debutar en primera. Fue al banco un partido con Quilmes, gracias a Dios no entró. Compartí con él un partido en el sector A junto a Néstor Fabbri también, verdaderamente una gran persona.
Un volante derecho muy malo. Un gran pibe, muy humilde. Se destacaba su opinión sobre Roman: “...Riquelme una monstruosidad, demostró por lejos que es el mejor de la Argentina, ojalá podamos verlo en la Selección. Me acuerdo cuando yo jugaba en Boca lo hacia de 8, el técnico era Bilardo y nos ponía horas a patear centros. Román lo hacía de la derecha y de la izquierda con tal calidad que era un deleite verlo. El chanfle que le daba a la pelota era único, fuerza, precisión y dirección...”.
Se dice según una nota encontrada en la web de un diario de San Luis que “...dejó el futbol en su mejor momento...”. Seria bueno saber cual fue su mejor momento. Yo no lo vi. Cada día que pasa me convenzo mas que el fútbol es parte del ecosistema, parte de la naturaleza: lo que no le sirve, lo expulsa. Para seguir investigando sobre este jugador hay material (1, 2).
Esperamos que Guille aumente mas la info, y Beto que cubría Boca en esa época pueda dar algunos detalle más sobre este volante (??).
Saludos a todos, y a los que no les cabe, que la chupen!!!
.
Autor GUYO
Cuando adolescente a través de un grupo de amigos, conocí a un colorado que decía que jugaba al fútbol y era de la escuela de Griffa. Y lo mas increíble era escucharlo: “...ya me vas a ver triunfar en Boca...”. Petiso, pelirrojo, básicamente un cuadrado de 1,70 de estatura promedio, una heladerita sin freezer. Probé en llevarlo a jugar a mi equipo mientras el pase de Ñuls a Boca se cerraba por problemas entre los clubes y algún representante (?). Se presentaba como un volante derecho con mucha fuerza y técnica, tácticamente ordenado. Fue reemplazado varias veces por no cumplir las expectativas…
Yo, pensando que decía que era jugador de fútbol, que era todo un verso para levantarse alguna minita, lo dejé correr. Y en rueda de amigos cuando salía el tema de este pibe, mi afirmación era “...no puede jugar no solo en Boca, no puede jugar ni con autitos de colección...”. Que equivocado estaba. Dios mio. Griffa, Macri y todos sus negociados (?) estaban por darme una sorpresita.
Un partido de reserva en un Boca - River (el del nucazo de Guerra), fijo bien la vista en un número 8 que hacía agua por todos lados. Afino un poco mas la visión y digo “...no, me están jodiendo, ¿donde están las cámaras?...”. Sí señor. Empecá ahí nomás a comentarle a mi tío que estaba conmigo en Socios, que ese Colorado que la gente insultaba por burro era ni más ni menos que Ariel Knuttsen.
Mi asombro fue compartido en alguna reunión de este grupo de amigos que esperaba verlo debutar en primera. Fue al banco un partido con Quilmes, gracias a Dios no entró. Compartí con él un partido en el sector A junto a Néstor Fabbri también, verdaderamente una gran persona.
Un volante derecho muy malo. Un gran pibe, muy humilde. Se destacaba su opinión sobre Roman: “...Riquelme una monstruosidad, demostró por lejos que es el mejor de la Argentina, ojalá podamos verlo en la Selección. Me acuerdo cuando yo jugaba en Boca lo hacia de 8, el técnico era Bilardo y nos ponía horas a patear centros. Román lo hacía de la derecha y de la izquierda con tal calidad que era un deleite verlo. El chanfle que le daba a la pelota era único, fuerza, precisión y dirección...”.
Se dice según una nota encontrada en la web de un diario de San Luis que “...dejó el futbol en su mejor momento...”. Seria bueno saber cual fue su mejor momento. Yo no lo vi. Cada día que pasa me convenzo mas que el fútbol es parte del ecosistema, parte de la naturaleza: lo que no le sirve, lo expulsa. Para seguir investigando sobre este jugador hay material (1, 2).
Esperamos que Guille aumente mas la info, y Beto que cubría Boca en esa época pueda dar algunos detalle más sobre este volante (??).
Saludos a todos, y a los que no les cabe, que la chupen!!!
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Autor GUYO