Para hablar técnicamente (?), sólo la primera vez fue un corte de luz. La segunda, una falla en el equipo electrógeno que dejó a la Bombonera nuevamente a oscuras con jugadores y terna chilena mirándose unos a otros sin saber qué hacer. Estamos hablando obviamente de los jugadores del Boca de Aimar y del Peñarol de Menotti.
Y no estamos hablando de un par de minutos. El primer corte de luz duró 21 minutos y el segundo, 26, lo que da un total de 47 minutos de apagón y espectáculo sin igual de la hinchada de Boca. Con encendedores prendidos y cantando “Dale Boca que no ha pasado nada...”, la espera se convirtió en una fiesta. Ah (?), a toda la demora sumémosle 15 minutos que fueron lo que se demoró el inicio del partido, ya que la cantidad de hinchas de Boca en las boleterías desbordó cualquier tipo de organización. Quince minutos que sirvieron de caldo de cultivo para el sismográfico (?) recibimiento a Menotti, quien salió al campo de juego, se saludó con Graciani y caminó lentamente hacia el banco visitante mientras la Bombonera se le venía encima.
Igual, lo peor ocurrido durante los apagones fue el nivel de incertidumbre reinante. El árbitro Hernán Silva amagó un par de veces con irse al vestuario dando por suspendido el partido, mientras era parado por los jugadores de Boca y chiflado por toda la cancha. Si a eso le sumamos que por las radios hasta se hablaba de jugar al otro día a la mañana, queda claro que lo único que se sabía era que no se sabía si el partido seguía o no.
En lo futbolístico, este partido de vuelta por los cuartos de final de la Supercopa 1990, jugado el 21 de noviembre, resultó una enorme decepción. El triunfo 1 a 0 en Montevideo con gol de Giunta había disparado una ilusión gigante que esa noche chocó contra una pared.
Pero ni siquiera esa dura derrota final 0-2 pudo doblegar el ánimo de la gente que al domingo siguiente contra Mandiyú en la Bombonera recibió al equipo cantando “aunque ganes o pierdas” de Víctor Heredia.
Los once elegidos por Aimar esa noche fueron el Mono, Stafuzza, Simón, Hrabina de seis, Abramovich, Soñora, Giunta, Villarreal, Latorre, Graciani y Pico. Peñarol formó con Alvez, Blanco, Montero, Trasante, Rosa, Julio Rodríguez, C. Sánchez, Silvera, Adrián Paz, V. López y Barán.
Tras el partido Menotti la quiso ir de superado pero terminó poniendo excusas, como hizo siempre: “...hoy pusimos tranquilidad, en lugar de jugar solamente con voluntad como en el Centenario. Manejamos con calma el partido y el resultado llegó solo. Todos hablan de este Peñarol, lo desmenuzan, pero deben recordar que es un equipo joven, que hace sólo tres meses que estamos trabajando, de los cuales pasamos 20 días de gira. A estos chicos les cuesta jugar en el Centenario...”.