jueves, 1 de enero de 2009

Abel “Matador” Balbo


Evidentemente en este mundo hay personas que pueden darse todos los gustos. Y no nos referimos al tipo que se compra una casa con pileta o un yate para viajar por todo el mundo. Nos referimos puntualmente a Abel Eduardo Balbo.
Porque el “Matador”, ya con los botines en la mano a punto de colgarlos, se tiró a la píleta y expresó su deseo de jugar en Boca antes de retirarse. Y evidentemente, algún dirigente compró la idea. Muy loable y hasta impactante la movida, pero a los 36 años y luego de una extensa carrera profesional, Balbo poco menos que vino a cumplir un capricho personal.
Así fue como cayó en el Boca de Tabárez a mediados de 2002, y fue anotado como refuerzo para afrontar exclusivamente las fases decisivas de la Libertadores.
Debutó oficialmente el 25 de abril por la ida de los octavos de final. Fue en el 0-0 en Ecuador contra El Nacional y, tras algunos piques que lo dejaron medio averiado, fue reemplazado por Bolita Giménez promediando el segundo tiempo. El 1 de mayo jugó la revancha en La Boca y, en la previa, parecía el partido ideal para que Balbo se anotara con algún gol. Pero no. Y la verdad que ni cerca estuvo.
Luego jugó los 45 minutos iniciales de la ida de los cuartos de final. Fue el 1-1 contra Olimpia en la Bombonera. Allí, salió en el entretiempo dejándole el lugar al Pelado Pérez. Y su nivel, nuevamente, se mostró bastante lejano a lo que se esperaba de él.
En la revancha en Asunción, Balbo salío como titular en un partido chivo y límite para tratar de seguir con vida en la Copa. Pero tras participar poco y nada en el juego, Tabárez lo sacó a los quince del segundo tiempo por Carlitos Tévez.
Esta es la historia de Balbo en Boca. Esos 4 partidos de Copa, ningún gol y no mucho más para contar. A excepción de que sus pergaminos dorados bien ganados con los colores de Ñuls, River, Udinese, Roma, Parma y Fiorentina de Italia ni en pedo pudo revalidarlos con la camiseta de Boca.