Es jodido catalogar el paso de Claudio Martín Cabrera por Boca. En teoría, tendríamos que hablar de un volante central con mucha técnica que imponía respeto en el cpirculo central y alrededores, pero la realidad es que estas cualidades, nada despreciables, las pudo mostrar en los clubes por los que anduvo antes de su llegada a Boca. Y antes que nada, antes de su rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha en 1988 y su interminable deambular por quirófanos.
Llegó al Boca de Tabárez a mediados de 1991, luego de las finales perdidas frente a Ñuls. Su arribo, coincidió con el de otros pelilargos que también eran jugadores de moda por esos años: Amato, Boldrini y Mohamed.
Debutó en un amistoso jugado el 24 de agosto en el estadio Comunale de Florencia organizado por el pase de Batistuta y Latorre a la Fiorentina. La derrota 0-2 final y su reemplazo por Palavecino faltando diez minutos pusieron sobre la mesa un tema imposible de evitar. Le iba a costar un perú ponerse en forma física. Y más teniendo el desgaste que le provocaba el puesto en el que jugaba.
En ese semestre jugó apenas 9 partidos oficiales y no hizo goles. Y su escaso rodaje fue pura y exclusivamente por sus problemas físicos. A su falta de ritmo hay que sumarle el tema de sus continuas lesiones. Nunca podía terminar de recuperarse. Una lástima.
Su carrera, iniciada en River siguió por Huracán, Vélez, Argentinos Juniors y tras su fallido paso por Boca, continuó en el ascenso con la camiseta de Arsenal.
UPDATE I
Importantes y exclusivos (?) aportes del Fantasma nos aseguran, como dato complementario, que fue de tal magnitud el derrotero del Chacho por los quirófanos que incluso el día de su casamiento tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
Llegó al Boca de Tabárez a mediados de 1991, luego de las finales perdidas frente a Ñuls. Su arribo, coincidió con el de otros pelilargos que también eran jugadores de moda por esos años: Amato, Boldrini y Mohamed.
Debutó en un amistoso jugado el 24 de agosto en el estadio Comunale de Florencia organizado por el pase de Batistuta y Latorre a la Fiorentina. La derrota 0-2 final y su reemplazo por Palavecino faltando diez minutos pusieron sobre la mesa un tema imposible de evitar. Le iba a costar un perú ponerse en forma física. Y más teniendo el desgaste que le provocaba el puesto en el que jugaba.
En ese semestre jugó apenas 9 partidos oficiales y no hizo goles. Y su escaso rodaje fue pura y exclusivamente por sus problemas físicos. A su falta de ritmo hay que sumarle el tema de sus continuas lesiones. Nunca podía terminar de recuperarse. Una lástima.
Su carrera, iniciada en River siguió por Huracán, Vélez, Argentinos Juniors y tras su fallido paso por Boca, continuó en el ascenso con la camiseta de Arsenal.
UPDATE I
Importantes y exclusivos (?) aportes del Fantasma nos aseguran, como dato complementario, que fue de tal magnitud el derrotero del Chacho por los quirófanos que incluso el día de su casamiento tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.