sábado, 20 de diciembre de 2008

Raúl "Pavo" Noriega


Más allá de discutir si Raúl Alfredo Noriega era el número dos ideal para Boca o si hizo un papel digno o no, hay que mirar un poquito el contexto y ponerse en la piel del tipo.
Primer ecuatoriano en calzarse la azul y oro, arribó al club a fines de 1993 y no es por defenderlo pero le tocó lidiar con situaciones bastante jodidas. Porque ser el número dos en los últimos partidos del ciclo Habegger, y tras su renuncia tener que suicidarse todas las fechas tirando el achique de Menotti es demasiada adrenalina para alguien que no debía tener ni idea de lo que es jugar en Boca. Si a esto le sumamos que hacía dupla central con Giuntini, la cosa se complica aún más.
Debutó oficialmente la noche del 5 de octubre de 1993 en la derrota 0-2 contra Estudiantes en 1 y 57 por la Supercopa. Al partido siguiente, superclásico en el Monumental, ingresó por Medero promediando el primer tiempo y soportó el cascoteo de River como pudo. De todas maneras el triunfo final 1-0 maquilló un poco la situación de que el Pavo no pudo tener ni dos segundos de adaptación. Lo metieron dentro de un rascacielos en llamas con una bombita de agua en cada mano.
Jugó algunos partidos más en 1993 y ya 1994 lo arrancó con todo. Titular a full en la Copa Libertadores y en el Clausura, alternó algunos buenos momentos y muchos de los otros. Porque ese Boca, aunque ganara 6-0 (como por ejemplo contra Racing en la Bombonera) sufría no menos de cinco o seris llegadas mano a mano de los delanteros rivales. Y la defensa, con el Pavo a la cabeza, era apuntada por la mirada de todos. La realidad, para resumir, es que el desastre del ciclo Menotti se lo llevó puesto.
En total disputó 25 encuentros, no hizo goles y tras la finalización de ese campeonato debe haber huido despavorido (chiste malo pero efectivo...) a su país natal. Su carrera, que incluyó varios ciclos en Barcelona de Guayaquil, también tuvo momentos en el Audax Octubrino y Deportivo Cuencua, todos de Ecuador.