sábado, 20 de diciembre de 2008

Mikael Yourassousky


Bélgica es un país de Europa, fundador de la Unión Europea, que ocupa unos 30 mil y pico de kilómetros cuadrados y tiene cerca de 10 millones y medio de habitantes.
Entre esos 10 millones y medio de personas, debe estar seguro la familia Yourassousky que, en su puta vida, habrá imaginado que hijo Mikael David iba a ponerse la camiseta de Boca.
Marcador de punta izquierdo que, tras pasar por varios clubes europeos, arribó al club en 2002 para formar parte de las divisiones inferiores. Y allí estaba lo más campante cuando Carlos Bianchi le pegó el chiflido y lo metió a mediados de 2004 en unos mulettos para pelear el campeonato local mientras los titulares se preparaban para perder la final de la Libertadores contra Once Caldas.
Su debut fue el 20 de junio de 2004 por la fecha 18 del Clausura en un empate 0-0 con Colón en una Bombonera que pese al frío y lluvia festejó a full la eliminación a River por la Libertadores días atrás.
Una semana más tarde jugó la última fecha frente a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro. Fue derrota 0-1, despedida de campeonato y despedida oficial del belga que apenas pudo jugar un partido más en la pretemporada de Brindisi en Estados Unidos. Ese día contra las Chivas jugó de volante por izquierda y evidentemente no colmó las expectativas de Miguelito que decidió borrarlo y no tenerlo en cuenta.
Dejó en las estadísticas 2 partidos oficiales, ningún gol y dos preguntas. ¿Era un buen jugador? Y la más importante... ¿era un jugador como para ponerse la camiseta de Boca?
Su carrera siguió por Grecia. En el Kerkyra, Ethnikos y Xanthi. Luego se lo vio por el Atlético Mexiquense de Toluca y según información que pudimos averiguar es portador de la ciudadanía ucraniana.