El viernes 27 de marzo de 1998 el Boca del “Bambino” Veira recibía a Gimansia de Jujuy en la Bombonera. El andar del xeneize en ese Clausura era de irregular tirando a malo. Y jugar con el Lobo jujeño de local era una buena oportunidad para por fin sumar tres puntos tan necesarios como el agua en el desierto. Pero no hubo caso. Ese Boca estaba empecinado en hacer famoso a los rivales. Y así fue como no pudo quebrar el cero en los 90 minutos. Ni siquiera contando con la bendición de recibir dos penales por parte de Elizondo. Uno en cada tiempo. El primero, marcó un quiebre en la relación de “Gambetita” Latorre con la hinchada. Ya que ese penal lo iba a patear Caniggia. Pero Dieguito se plantó, le sacó la pelota y tiró el disparo directo a las manos de Castellano. Promediando el segundo tiempo, el arquero cerraría su noche soñada al desviar el segundo penal a Aníbal Matellán. El 0-0 final catapultó al “Rifle” Castellano a las tapas y noticieros de esa semana. El mismo Castellano que años más tarde haría banco durante temporadas enteras en Rosario Central. Que país generoso.